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Editoriales de LA son una fortaleza

COMIENZOS. El trabajar desde el inicio con un autor que está comenzando es lo que más entusiasmo les causa. (Foto: Agencia EFE)

Para un escritor, las editoriales pueden parecer en ocasiones una fortaleza inexpugnable, incapaces de hacerles llegar los manuscritos, una situación que según expertas del mundo editorial se resuelve muchas veces conociendo las claves del mercado, sus necesidades y códigos.

La mexicana Mayra González, directora literaria en la multinacional Penguin Random House, y la colombiana radicada en Nueva York Andrea Montejo, fundadora en 2007 de la agencia literaria Indent, participaron esta semana en Guatemala en el festival Centroamérica Cuenta, y en dos entrevistas por separado revelaron cómo el mercado editorial localiza nuevos autores, el modo de aproximarse.

Montejo explica que en su agencia literaria, a la hora de elegir qué escritores representar, hay una mezcla entre aquellos con un perfil más consolidado y otros noveles.

El trabajar desde el inicio con un autor que está comenzando es lo que más entusiasmo le causa.

“Son proyectos que me llenan mucho porque me parece que es lindo armar una carrera desde cero y empezar a pensar y hagamos esto y lo otro y viéndolo crecer”, explica la fundadora de la agencia literaria Indent.

Mayra González, que representa a un gran grupo editorial como Penguin Random House, entiende que desde fuera siga existiendo la percepción de que apuestan más por autores consagrados, “pero, en realidad, cada vez los catálogos suman a más y más autores y autoras con sus primeras novelas”.

“Es algo que hemos comprendido muy bien las editoriales: el discurso literario se tiene que renovar continuamente; el nuevo intercambio intelectual y las conversaciones actuales tienen que formar parte de nuestros catálogos”, explica González.

Y es “que los sellos literarios, muchos de ellos y de las grandes editoriales, tienen una importante oferta de autores consolidados, porque, al menos en el caso de los sellos literarios de Penguin Random House, lo que buscamos son carreras y proyectos, no novelas aisladas; pero también es cierto que el entusiasmo por sumar voces a la impronta personal de cada editor y editora nos motiva a buscar, leer, indagar”, afirma la directora literaria.

Se trata “de encontrar a esas voces que serán las encargadas de continuar con la conversación libresca y que deberán entregar esta conversación a las otras generaciones que estén por venir”, subraya.

González explica que lo que siempre comenta a los autores noveles “es que no teman a los premios literarios ni a los talleres”.

“Invito siempre a que participen en los premios literarios, porque, quizá no ganen (...), pero, para las editoriales, esas lecturas que hacen dictaminadores profesionales y jurados son faros que nos alumbran sobre, más allá del ganador o ganadora, qué otros textos les resultaron interesantes y, por ahí, se puede abrir una puerta”, dice.

Por otro lado, en relación a los talleres literarios, son “impartidos por gente reconocida (...) que tiene credibilidad en el medio editorial y que pueden, lo han hecho conmigo, hacer recomendaciones (...) Puedo decir que yo, tanto a través de premios como de recomendaciones, he podido publicar primeras novelas y comenzar el acompañamiento de carreras a las que les veo mucho futuro”, asegura.

Montejo tiene clara la vía más repetida a la hora de que le lleguen nuevos escritores: “Yo diría que la mayoría de las veces mi mejor fuente de nuevos talentos son mis mismos autores que nos conocen el gusto”.

La vía clásica, de escribir directamente a la editorial o al agente literario, tiene menos posibilidades de éxito ante la avalancha de propuestas de manuscritos que les llegan, como 10 diarios, sería 50 a la semana.

Entre ellos, a veces el descarte es rápido, porque “muchos, pero muchos muchos son personas que no se han leído la página web” y envían libros que no tienen nada que ver con su enfoque, por lo que es “muy importante que los autores entiendan un poco el mundo editorial”.

IMPORTANCIA. Lo que siempre comentan a los autores noveles es que no teman a los premios literarios ni a los talleres.

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