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'Con el dolor de una mamá no se juega'

El México que enfrenta una crisis de más de 128 mil personas desaparecidas y particularmente son las mujeres y especialmente madres, hermanas, esposas, quienes han asumido el liderazgo ante la búsqueda de sus seres queridos. Ellas son las que enfrentan una serie de agravios ante la ineficacia de las distintas corporaciones que tendrían que atenderlas.

Amnistía Internacional, en su capítulo México, publicó un informe muy importante que se llama ‘Desaparecer otra vez. Violencias y afectaciones que enfrentan mujeres buscadoras en México’.

Este informe es relevante porque existen más de 234 colectivos de mujeres que son buscadoras, madres y hermanas e hijas de personas desaparecidas a lo largo del país, y los agravios que cotidianamente ellas enfrentan en su búsqueda.

El 77 por ciento de las mujeres que fueron encuestadas por Amnistía Internacional señalaron que habían sido afectadas por agravios como amenazas, desplazamiento forzado, violencia sexual, discriminación y revictimización. Algunas han sido asesinadas. Las instancias que generan agravios hacia sus compañeras buscadoras son las comisiones de búsqueda y las fiscalías.

El mecanismo de protección para personas defensoras del gobierno federal no reconoce a las buscadoras como defensoras de derechos humanos. Además, mujeres indígenas, que a su vez son buscadoras de personas desaparecidas, enfrentan barreras adicionales a causa de su situación de clase, de etnia, nacionalidad y género.

Amnistía Internacional argumenta que la mayoría de los casos de desaparición y violencia contra las mujeres buscadoras no se investigan y no se sancionan. La impunidad es casi absoluta, con menos de un uno por ciento de la judicialización de los casos que llegan a ser reportados.

Este informe propone más de 70 recomendaciones dirigidas a las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Se necesita reconocer el derecho de buscar sin discriminación, incorporar la perspectiva de género a la búsqueda, además de garantizar medidas de protección efectiva y eliminar barreras para acceder a los apoyos que ofrecen los tres órdenes de gobierno.

Por otra parte, la iglesia en México, en voz de monseñor Francisco Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, aseguró que las madres buscadoras tienen mucho que aportar y no se debe ideologizar ni politizar su dolor.  “Con el dolor de una mamá no se juega”.

Luego de reiterar el apoyo incondicional de la Arquidiócesis Primada de México a las madres buscadoras en su lucha, Acero Pérez hace un llamado para no politizar con el dolor de las mamás que han perdido a sus hijos.

“Las mujeres cuando viven una situación de dolor, el mismo dolor les va dando fuerzas para ofrecer soluciones y estas mujeres buscadoras tienen muchas soluciones para nuestro país; ojalá se las escuche, no para ideologizarlas, sino para reparar este tejido social roto, para volver a tejer todo esto”.

Sin duda, hace falta el acompañamiento de la sociedad a las madres buscadoras. Nos falta como ciudadanos sensibilidad y compasión social en la búsqueda de los desaparecidos. Una tragedia que Jalisco encabeza.

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jl/I

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