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Redadas

En las calles de Los Ángeles, Chicago y Nueva York asomaron las banderas mexicanas en pie de guerra contra los oficiales de la agencia de migración trumpista (ICE), que han declarado la guerra a los migrantes latinos, fundamentalmente mexicanos, con papeles y sin ellos. Una guerra xenofóbica, con centenares de detenidos, algunas patrullas incendiadas y foros donde se vilipendia a los migrantes contemporáneos, tildándolos de narcotraficantes y terroristas.

En un comunicado ante la situación en Los Ángeles, California, los obispos de México, citando al arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, subrayan que si bien es legítimo el deseo de tener comunidades seguras, no se debe caer en la generalización que asocia migración con criminalidad. “No todos los migrantes indocumentados son delincuentes”, y añaden, “la gran mayoría contribuyen al bien de las comunidades”.

El arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, ha señalado, que cuando escuchemos la palabra migrante, no pensemos en “extraño”, sino en “hermano”.

Resaltan los obispos en la necesidad de distinguir entre los migrantes que buscan una vida digna y aquellos que cometen actos delictivos, evitando estigmas y prejuicios que puedan llevar a decisiones injustas.

Las redadas han sido particularmente intensas en zonas habitadas mayoritariamente por comunidades latinas. Organizaciones de derechos humanos han denunciado detenciones arbitrarias, separación de familias y un clima de miedo que se ha extendido a otras ciudades como San Francisco, California, y Austin, Texas.

Citando al papa León XIV, nos recuerdan que ningún Estado puede abandonar su deber moral de proteger la dignidad de las personas, sean ciudadanos o inmigrantes. En conclusión, hacen un llamado a todos los creyentes y personas de buena voluntad para actuar con humanidad, promover la unidad y construir un mundo más justo.

En este contexto, a tres años del asesinato de los padres Joaquín Mora y Javier Campos, así como del guía de turistas Pedro Palma, sucedido en el templo de San Francisco, municipio de Cerocahui, Chihuahua, sigue el anhelo de la construcción de paz en el país. Este hecho dio origen al Diálogo Nacional por la Paz, con diversos espacios de diálogo entre actores locales, estatales y nacionales para construir la paz, como lo realiza en nuestro contexto la Red de Paz Jalisco.

Cada muerte y cada desaparecido en el país da sentido a este movimiento, como al de las madres buscadoras, por eso este día también recordaremos la muerte del padre Marcelo Pérez de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas; al padre Javier García Villafaña, párroco en la comunidad Capacho, de la Diócesis de Zamora; los jóvenes reclutados en Teuchitlán, Jalisco; los jóvenes acribillados en Salamanca y San Felipe, Guanajuato; los candidatos y funcionarios públicos asesinados y las miles de personas desaparecidas en México.

Los obispos convocan a tres acciones el próximo viernes: repique de campanas en todos los templos del país el 20 de junio a las 3 de la tarde. Orar por las víctimas de la violencia en todas las celebraciones realizadas en el país y seguir sumando a los actores sociales que desean construir la paz.

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