Jalisco inició el martes con una serie de bloqueos carreteros que afectaron de manera considerable la movilidad en distintos puntos del estado, especialmente para el transporte de carga. De acuerdo con la Guardia Nacional Carreteras, hasta el cierre de esta edición eran seis los cierres que continuaban activos desde el mediodía del lunes, algunos de ellos con paso restringido o intermitente.

El primer punto de cierre confirmado se encuentra en la carretera libre Acatlán de Juárez–Colima, a la altura del municipio de Gómez Farías. En este tramo los manifestantes permiten el paso aproximadamente cada hora, lo que generó largas filas de vehículos y retrasos significativos en el tránsito hacia la región sur del estado.

Un segundo bloqueo se mantiene en la autopista Maravatío–Zapotlanejo, en la caseta de cobro ubicada en el municipio de Ocotlán. Este punto estratégico, que conecta a Jalisco con Michoacán y el Bajío, quedó totalmente cerrado, lo que afectó de manera directa la circulación del transporte de mercancías.

La autopista Guadalajara–Colima también presentó afectaciones en ambos sentidos, específicamente a la altura del puente de ingreso a Ciudad Guzmán. En este tramo la circulación está detenida por completo; sin embargo, los manifestantes permitieron el paso de los automovilistas por una hora, en diversos horarios, y después volvieron a cerrarlo.

Otro cierre importante se registra en el tramo entre Tototlán y Atotonilco, a la altura del nodo vial. Ahí el paso está totalmente bloqueado y se permite únicamente el tránsito de unidades que transportan urgencias médicas, lo que ha limitado de manera significativa el desplazamiento de vehículos particulares y de carga.

En la zona de La Barca–Jiquilpan también se reporta un cierre en el kilómetro 10, al salir de La Barca. Más adelante, en el kilómetro 077+100, se mantiene un doble bloqueo en la desviación hacia Irapuato, complicando aún más la movilidad en esta ruta interestatal.

Hasta ayer los participantes de las protestas señalaban que no existía un tiempo estimado para levantar los plantones. Los manifestantes, en su mayoría productores agrícolas, demandan que las autoridades federales establezcan un precio más justo por tonelada de maíz y refuercen la seguridad en las carreteras, argumentando que las condiciones actuales afectan gravemente la actividad del campo y el transporte de sus cosechas.

La Guardia Nacional mantiene vigilancia en todos los puntos afectados y exhorta a los conductores a considerar rutas alternas, así como mantenerse atentos a los reportes oficiales mientras continúan las negociaciones con los manifestantes.

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