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La Primavera, incendios más riesgosos y caros de combatir

Daño mayor. Ante la rapidez con que el fuego creció, y el modo en que se presentaron los vientos, la deflagración del mes pasado hubiera alcanzado un impacto similar a la de 2012. (Foto: Especial)

Las diferencias entre el megaincendio de La Primavera en abril de 2012, sobre 8 mil 276 hectáreas, y el de hace 20 días en la zona sureste de la demarcación, que afectó alrededor de 2 mil hectáreas, no solamente se halla en la relación de cuatro a uno en el tamaño de la zona impactada por el fuego, también tiene que ver con lecciones aprendidas.

El despliegue de equipo y personal entre la tarde del 12 de abril y la noche del 13 de abril ha sido más costoso que el de hace siete años: 9 millones de pesos en unas 30 horas de combate y liquidación, contra 7.4 millones de los cuatro días, 96 horas, de las aciagas jornadas de abril de 2012.

“El fuego pudo haberse ido muy rápido a una superficie muy considerable si no se hubiera desplegado todo el equipo humano y tecnológico; esa es la instrucción: evitar en lo posible incendios y combatirlos con todos los recursos en La Primavera, por sus efectos sobre el Área Metropolitana de Guadalajara”, señala el secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Sergio Graf Montero.

Ante la rapidez con que el fuego creció, y el modo en que se presentaron los vientos, combinados a la baja humedad, el funcionario no encuentra descabellado que, si se hubiera permanecido con guardia baja, la deflagración del mes pasado hubiera alcanzado un impacto similar a la de 2012.

Si se hacen un poco los desgloses de cifras, apagar cada hectárea ha costado alrededor de 4 mil 500 pesos en 2019, contra 894 pesos de cada hectárea quemada en abril de 2012. Una de las diferencias es que tres tantos de la superficie que se pudo quemar en 2019, no fue afectada. Permanecen íntegras con sus servicios ambientales, cuyo valor anual podría rondar, conservadoramente, en 16 mil pesos (ver El Diario NTR, 9 de enero de 2019).

A Diego Armando Pérez, combatiente de la Semadet, le ha tocado vivir los dos incendios aquí comparados. “Yo pienso que en el incendio de 2012 comenzaron a llegar recursos conforme avanzaba, pero el plan del incendio de este abril fue más rápido y ágil, y de inmediato se concentraron recursos”, señala.

“En buena medida eso fue posible porque las brigadas que llegaron a apoyar no tenían incendios en otra zona, de otra manera no se habría podido mover ese recurso”, secunda su compañero Jorge Armando Gómez.

NTR – Pero si se hubieran dado titubeos, ¿pudo ser del doble o triple la superficie?

Jorge Armando Gómez (JAG) – Claro, creo que en comparación con 2012, ahora hay más recursos, más disponibilidad y más profesionalismo, eso ha ayudado mucho.

Diego Armando Pérez aborda la gran problemática del uso de fuego. Y considera que se comienzan a dar pasos para que se controle eficazmente el uso caótico de ese recurso.

“Para el uso del fuego, solamente queda hacer quemas muy controladas por el tema de los combustibles (…) este año se estuvo implementando sobre un calendario de quemas en coordinación con brigadas municipales y de ejidos, y hubo buen récord, prácticamente todas las quemas que se hicieron fueron muy efectivas, sin descuido, a muy buenas horas de la mañana; se hizo en todo el estado, algunos municipios lo hacen bien y otros no tanto. A la fecha hay gente que hace quemas o prepara terreno todavía. Los que se apegan a calendario es muy bueno. Tiempo atrás se les decía, pero contestaban: yo quemo cuando quiero y puedo, pero ahora se están apegando, y si no te sanciono, creo que comienza a ser muy efectivo y ese debe ser el camino”, subraya.

Ambos brigadistas sostienen que la leyenda urbana (más bien rural, o suburbana) de que los propietarios inducen fuego para construir fraccionamientos, en términos generales, no se sostiene. Se trata más bien de historias de descuido, de impericia y de ignorancia para usar el fuego, desde la preparación de las parcelas a las fogatas, los cigarros mal apagados, la basura con vidrios que provocan flama al captar la radiación.

“Se ha hablado de eso, pero no veo casas cuando regreso a una zona que se quemó; ha habido, por ejemplo, en Los Bailarines, fuera del polígono de La Primavera, en Zapopan; combatimos un incendio y decían que por hacer un desarrollo, pero hemos subido mucho a hacer reforestaciones, y la conclusión: se prendió, fue un descuido, pero sigue igual la zona, recuperándose, sin casas”, agrega Diego Armando Pérez.

Jorge Armando Gómez, por su parte, sostiene que la singularidad climática, geológica y económica de La Primavera la hace una zona peligrosa para los combatientes. “Aquí en La Primavera, es uno de los puntos más difíciles, porque tiene de todo tipo de terrenos, pendientes elevadas, áreas rocosas, hay zonas con muchos años sin quemarse que tienen demasiado combustible”.

NTR – Pero hay que sincerarse, si incendio de La Primavera hubiera ocurrido en Bolaños o Tomatlán, ¿habría habido tanto despliegue?

JAG – No es el mismo despliegue, pero todos se atienden, he ido a Guzmán, a zona norte, y aún así pienso que La Primavera es más difícil, aunque el combate en cualquier parte es difícil; la sequedad de La Primavera también hay que tomarla en cuenta, como estamos con dinámicas de cambio climático sí han cambiado las tipologías de los incendios; no es lo mismo que hace cinco o seis años, son más agresivos, más explosivos, más rápido, y hay más sequías: no tuvimos en 2018 un mal temporal, pero los terrenos son más secos, creo que sí está afectando el cambio climático.

Tres incendios

2005

25 de abril. Superficie: 11,148.7 hectáreas quemadas. Duración: 25 a 29 de abril de 2005 (cinco días). Hora de detección: 14:00. Combatientes: 1 mil 200

Daños: la zona con daños severos abarcó de 600 a 900 hectáreas (entre 5 y 8 por ciento del área afectada), que es donde se ha debido hacer una labor de “reconstrucción” de los ecosistemas. En el resto, el fuego fue un motor de cambios que benefició a muchas especies: semillas de pino despertaron de su letargo con el calor, entre otros

2012

21 de abril. Superficie: 8,276 hectáreas quemadas (Conafor). Duración: 21 a 25 de abril de 2012 (cinco días). Hora de detección: 10:36. Combatientes: 900

Daños: la zona con daños severos abarca de 830 a 1 mil 660 hectáreas (entre 10 y 20 por ciento del área afectada), que es donde se deberá hacer una labor de “reconstrucción” de los ecosistemas. En el resto, el fuego será un motor de cambios en perjuicio o beneficio de muchas especies, como en cualquier incendio del pasado

2019

12 de abril. Superficie preliminar: 2 mil hectáreas quemadas. Duración: 12 y 13 de abril (25 horas, 30 hasta liquidación total). Hora de detección: 14:00 horas. Combatientes: 600

Daños: en fase de investigación y dictaminación por Fiscalía del Estado y Semadet

Reducen 60% gasto en incendios en 3 años

Riesgo. Jorge Armando Gómez sostiene que la singularidad climática, geológica y económica de La Primavera la hace una zona peligrosa para los combatientes.
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Mientras el gobierno de Jalisco ha apostado fuertemente desde 2014 en fortalecer una estrategia de prevención y combate del fuego, el gobierno federal ha ido al revés: la administración de Enrique Peña Nieto, primero, y ahora la de Andrés Manuel López Obrador, han decidido minimizar los recursos para prevención, lo que se traduce que en 2019, las brigadas de la Comisión Nacional Forestal sólo tuvieron 22 días para hacer trabajos de preparación en Jalisco.

Si se revisan las cifras de dinero que se otorgaron en 2017 contra lo ejercido en 2019, la reducción, preliminarmente, rebasa 60 por ciento. Porque en este ejercicio anual, no están aún claras las partidas, pese a que se ha entrado al mes de mayo, en el corazón de la época más crítica, por la sequedad extrema.

“No tenemos suficiente combustible para las brigadas ni para supervisión y coordinación; parece que Conafor no rentó helicóptero para los estados”, señala un combatiente experimentado, que por razones lógicas, pide la omisión de su nombre.

Si se considera el recurso asignado a la estrategia y a los apoyos, de 2018 a 2019 la reducción es de cerca de 35 por ciento y 30 por ciento entre 2017 y 2018. Por ejemplo, los apoyos en 2017 fueron como de 100 millones de pesos y ahora no rebasan 25 millones de pesos.

“Para el caso de incendios no conocemos el presupuesto, al parecer es abierto de acuerdo a necesidades, pero en cuanto a combustible el año pasado teníamos, o podíamos disponer como de 200 mil pesos mensuales y ahora en lo que va del año apenas nos han dado más o menos 150 mil pesos por mes”, advierte.

La Conafor tiene 14 brigadas, que suman 141 brigadistas; a través de Brigadas Rurales tendrán diez brigadas más financiadas por el Programa Nacional Forestal (Pronafor). Jalisco sostiene doce brigadas más el personal de tres motobombas, con un total de 138 brigadistas, pero sólo son permanentes 38. A esto se suman los brigadistas que a través de convenios estado-municipio pueden llegar hasta 350, y la participación de los municipios y de los silvicultores, y de algunos fraccionamientos campestres. De esto sale un gran total de 120 brigadas con 1,200 brigadistas, además de unas pocas brigadas de tiempo muy limitado, de los beneficiarios apoyados por el Programa de Pago por Servicios Ambientales. Pero permanecen como estimaciones preliminares.

JJ/I