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Conexiones virtuales y bienestar mental

Para varias personas sería ideal que las redes sociales vinieran con un aviso en letras mayúsculas y en color rojo que anunciara, como en las cajetillas de cigarrillos o las botellas de licor, “El exceso es perjudicial para la salud” o “Su uso causa enfermedades de tal tipo…". Porque, aunque sabemos que dicho anuncio no previene el alcoholismo, ni el tabaquismo, sí estaría alertando al usuario sobre la parte de responsabilidad que le corresponde acerca de su salud mental.

Actualmente, las redes sociales forman parte de nuestra vida. Plataformas como Facebook, Twitter e Instagram han revolucionado la manera de conectar entre nosotros y son utilizadas por una de cada cuatro personas en todo el mundo. En general, se han convertido en un espacio en el que formamos y construimos relaciones, configuramos nuestra propia identidad, expresamos y conocemos el mundo que nos rodea.

Sin embargo, la pérdida de sueño, frustración, el miedo a perderse de algo (fear of missing out, FOBO), inconformidad con la imagen propia, sensación de angustia, ansiedad, depresión e ideación suicida son sólo algunos de los problemas de salud mental que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya señala como parte del uso excesivo de redes sociales.

Es por eso que te invito a pensar más allá, pues lo que más debería alertarnos no es lo que el uso excesivo de las redes sociales puede generar a nivel físico y mental, sino las causas de que alguien exceda su uso. Esto quiere decir que si comprendemos más las causas podemos acercarnos más al éxito en el tratamiento.

No me malinterpretes, yo soy usuaria y estoy a favor de las redes sociales como una herramienta que genera interacción social y cultural; sin embargo, considero que es altamente necesario entenderlas y analizarlas, ya que su influencia en nuestra vida psíquica es innegable y por lo tanto, al ser una herramienta de trabajo, un medio informativo o un pasatiempo, considero que el uso crítico, es decir, cuestionar lo que dejamos que influya en nosotros, puede ayudarnos para fomentar una regulación consciente de lo que decidimos consumir que nos nutre y desechar lo que nos enferma.

Hoy te dejo con las siguientes preguntas a modo de reflexión: ¿Hasta cuándo vamos a subestimar el impacto que las redes sociales tienen en nuestra salud mental? ¿Qué estás haciendo para cuidar de ti cuando consumes contenido en redes sociales?

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jl/I