Violencia homicida, al alza en el estado 

La organización México Evalúa publicó ayer su reporte mensual Violencia y pacificación a nivel local: homicidio doloso + feminicidios + desapariciones, documento en el que alerta que Jalisco presenta una tendencia al alza de violencia homicida.

“Durango, Nayarit y Jalisco presentan una tendencia al alza en la violencia homicida, lo que sugiere la existencia de disputas criminales de baja intensidad con potencial de escalar rápidamente”, describe el informe.

México Evalúa incluyó por primera ocasión más variables para identificar el nivel de violencia homicida en los territorios y encontró que hay indicios de que varias entidades, incluyendo Jalisco, disfrazan a los homicidios dolosos de otros delitos con el fin de bajar esa estadística.

Las variables incluidas en esta ocasión fueron homicidio culposo y otros delitos contra la vida y la integridad. En automático Jalisco pasó de tener datos positivos a tener datos regulares y con proyección al alza, señal que refuerza la hipótesis de la manipulación de los datos, según la organización.

“Sólo un tercio del país —12 entidades— presenta un balance positivo: Campeche, Chiapas, Coahuila, Guerrero, Estado de México, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán. Resulta especialmente relevante que Zacatecas y Jalisco hayan salido de esta lista al incorporar datos de homicidios culposos y otros delitos contra la vida y la integridad física en el análisis, lo que amplía las sospechas sobre la manipulación de las cifras con fines políticos en estas entidades, en donde ciertos grupos criminales mantienen hegemonía”.

México Evalúa añadió que el indicador de homicidios dolosos es obsoleto para capturar la violencia homicida en México, pues este fenómeno se oculta entre la omisión institucional y los métodos criminales.

“Las autoridades necesitan redefinir la forma en la que conceptualizan y miden la violencia homicida en nuestro país para contar con evidencia más sólida para entender el problema y enfrentarlo”.

De no hacerlo, advierte, se reforzará un discurso alejado de lo que pasa en la realidad, lo que genera una narrativa “políticamente rentable”.

jl/I