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Línea 5, de tren a ruta troncal

Cada vez queda más claro que para salir del paso a los compromisos de movilidad hacia el Mundial de Futbol del próximo año, la denominada línea 5, que fue comprometida como la siguiente línea de Tren Ligero, será simplemente una especie de ruta troncal, la cual permitirá conectar con Peribús. 

Lo anterior queda confirmado con las declaraciones que hizo el presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangié, en el sentido de que se implementará un sistema de monorriel para conectar el Peribús con el Estadio Akron.

A mediados de enero pasado, cuando confirmó los cambios en el proyecto, el gobernador Pablo Lemus explicó que no sería una línea de tren, sino un sistema de transporte público eléctrico tipo BRT. Es decir, que la ruta 5 será en realidad una troncal del Peribús, que saldrá de Ixtlahuacán de los Membrillos, pasará por El Salto y luego por el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo de Guadalajara, para finalmente conectar con el Peribús. A partir de ahí, el recorrido será por Periférico. El último trayecto para llegar al estadio de las Chivas será el anunciado por Frangié.

Con esto, para llegar del aeropuerto hasta el estadio de futbol no se seguirá una línea recta de oriente a poniente, sino que habrá que darle la vuelta a la Zona Metropolitana de Guadalajara.

La considerable reducción en el ambicioso proyecto fue una propuesta del gobierno federal, según explicó el gobernador Pablo Lemus. También puede ser que solo para eso le hayan prometido recursos.

La decisión de cambiar el tren por rutas troncales no cayó bien entre los habitantes de los municipios ubicados sobre la carretera a Chapala, que insisten en que se construya un tren. Sin embargo, es evidente que ni los recursos ni el tiempo alcanzarían para una obra de ese tamaño.

Además, con la experiencia de las líneas 3 y 4 de Tren Ligero, podríamos dudar sobre la conveniencia de este sistema de transporte, que, si bien ofrece condiciones de mayor dignidad de traslado a los usuarios, es caro y el gobierno de Jalisco no tiene la capacidad de construirlo y menos de administrarlo.

La Línea 3 de Tren Ligero duplicó su costo, pues fue presupuestada en 17 mil 692 millones de pesos y al cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto ya se habían erogado 33 mil 953 millones, más los recursos que tuvo que invertir el ex presidente Andrés Manuel López Obrador para terminarla y ponerla en funcionamiento. La construcción tuvo un retraso de tres años.

En cuanto a la Línea 4, fue presupuestada en 9 mil 725 millones de pesos, pero las autoridades estatales hablan ya de más de 14 mil millones de pesos gastados. Además, se han firmado convenios modificatorios para respaldar un retraso de más de un año, ya que tenía que estar terminada en octubre del año pasado y el último plazo que se fijó es para noviembre próximo.

Así que tal vez la línea 5 no es lo que los futuros usuarios esperaban, pero al menos se apega a la realidad de un estado sobreendeudado y con un sistema de transporte bastante deficiente.

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jl/I