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Amir Khan, el kamikaze

Amir Khan fue subcampeón olímpico en Atenas 2004 y pintaba para ser una gran estrella del boxeo mundial.

Conforme pasó el tiempo se afianzó como un personaje importante en el boxeo. Las cualidades que mostraba en cada pelea lo hacían digno de la atención de los conocedores del boxeo. Ligó 18 peleas con victorias, mayormente por nocaut.

Perdió el invicto en su pelea número 19 ante Breidis Prescott. Fue por nocaut, uno que forma parte de cientos de listados de “nocauts más brutales”.

En ese momento se encendió una señal de alarma para él. Su velocidad y resistencia son elementos destacables, pero su quijada tuvo una prueba que no pasó. Siempre apeló más a su rapidez de manos y de piernas para moverse por el ring.

Y es que técnicas evasivas pueden aprenderse y aplicarse siempre, sin embargo no hay manera de entrenar la mandíbula para ser más fuerte. Una fortaleza para cubrir una carencia.

Brincó a la fama mundial al vencer por decisión técnica al mexicano Marco Barrera, el 14 de marzo de 2009. Decisión técnica, pero triunfo al fin.

En mayo de 2010 conquistó el cinto Superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al derrotar a Paul Malignaggi por nocaut técnico. Refrendó ante Marcos Maidana y en 2011 venció a Zab Judah por nocaut en su último triunfo como Superligero. En fila cayó ante Lamont Peterson y Danny García, quien lo despachó por KO.

Hasta aquí, el nocaut ha sido la marca de sus derrotas. Porque no es que lo saquen de combate, es que acaba desconectado.

Subió a peso Welter y ligó cinco victorias, hasta que se cruzó con Canelo Álvarez. Fue desmantelado con un volado de derecha brutal que lo dejó fuera de este mundo por varios minutos. Eso fue en mayo de 2016. No peleó en todo 2017 y sólo hizo dos peleas en 2018. Entretiempos, se metió en problemas con su esposa, con sus padres, en un reality… aunque él decía que no peleaba por respetar el Ramadán.

Como sea, fueron años lejos del encordado, del gimnasio… Y ahora vuelve contra Terence Crawford, uno de los mejores libra por libra, certero, calculador y letal. Habrá quien no guste del estilo de Crawford, pero ese hombre se puede definir como la eficiencia en el boxeo, con una pegada violenta.

Y Khan no tiene cómo defenderse de eso. Es rápido, es ágil, pero no hay mucho que pueda hacer ante Crawford, quien es efectivo en imponer su estilo, su velocidad, sus condiciones y luego se apodera del triunfo.

Khan es un kamikaze enfrentando a un hombre contra el que sabe que no puede competir. Pero es a lo que se dedica, lo único que sabe hacer, como mantiene a su familia.

Esperemos que la factura no le salga tan cara.

@AleczTrujillo

JJ/I