‘Marche’, ¿a la altura de los grandes?

En los tiempos de la prisa y la inmediatez, todo se magnifica. Para bien o para mal. Si en el pasado se requerían años para que un futbolista se identificara con su afición, hoy en día bastan unos meses, o bien, dos años como en el caso del portero argentino Agustín Marchesín, quien en un breve lapso se ganó el cariño y respeto de la afición azulcrema.

Tanto, que ya hay quienes lo comparan con su compatriota Héctor Miguel Zelada.

Cierto, ya lo explicó mucho antes el físico alemán naturalizado estadounidense Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad, en la que la noción de espacio-tiempo es distinta para cada quién, según su perspectiva.

Y aplicado en el futbol, si Zelada se llevó ocho años, con un total de 294 partidos, y ganó tres títulos de Liga de manera consecutiva, además de ser distinguido también en tres años al hilo como el mejor portero de la Liga de 1983 a 1985, a Marchesín le fueron suficientes 50 partidos con las Águilas, un título de Liga, un Torneo de Copa, y un Campeón de Campeones. Repito, como parte de este mundo de pisa y corre se han hecho necesarios el jugar varios torneos para así generar más ingresos y potenciar el deporte más popular del mundo.

Aclaro, no estoy demeritando la calidad ni la trayectoria de Marchesín, quien sin duda como todo un profesional ha cumplido con el América, pese a que cuando era portero de Santos Laguna había prometido que nunca jugaría para las Águilas.

Sus cualidades no están en tela de juicio, pero la finalidad de esta columna es que los jóvenes aficionados de verdad aprendan a valorar y ubicarse en la historia antes de entrar en las odiosas comparaciones, o poner a un jugador a la altura de otro que en su época fue el mejor.

Quienes vimos a Héctor Miguel, no solamente destacó por ser partícipe de los títulos conquistados, sino por su personalidad que se imponía desde el arco. Si lo dudan, ahí están los jugadores de Chivas de la década de los 80 que padecieron a aquel portero que realizaba atajadas insólitas para motivar a su equipo y como consecuencia debilitaba la confianza del rival.

Marchesín también ha sido valioso, pero, con el respeto que merece, hay que pensarlo dos veces antes de colocarlo al mismo nivel de un monstruo de la portería como Zelada, quien está a la vez a la par de otro gigante como Miguel Marín, del Cruz Azul.

@ofares72

J/I