Marchan a favor del aborto; confrontan a detractores

Más de mil mujeres tomaron avenidas principales de Guadalajara para exigir la despenalización del aborto en Jalisco pero, a pesar del ánimo festivo y de apoyo que irradiaban, no faltaron las confrontaciones con hombres que no respetaron el contingente separatista y con grupos católicos, que recibieron a la “marea verde” con una valla humana alrededor de la Catedral.

“Aborto sí, pederastas no”, “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, “iglesia machista, feminicida”, “los asesinos son ustedes”, fueron las consignas de las feministas que dirigieron al conjunto de católicos al encontrarse entre el palacio de gobierno y la Catedral, que estaba rodeada con personas que entretejieron sus brazos a manera de barrera, con rosarios empuñados o colgados en el pecho y estandartes de la Virgen de Guadalupe.

“Dejad que los niños vengan a mí, dijo el señor”, gritó a las feministas, en su mayoría jóvenes, un hombre mayor de camisa blanca y rosario colgado del cuello, pero fue callado por otro de sus compañeros quien le pidió no calentar los ánimos. Las mujeres, ques iban vestidas de verde en su mayoría, cargadas de brillantina y pancartas a favor de los derechos reproductivos femeninos y del acceso gratuito al aborto, pasaron frente a ellos gritando sus consignas.

Una de ellas escribió “aborto sí” en el suelo, frente a los pies de la cadena humana de católicos, quienes rápidamente trataron de borrar el mensaje tallando la pintura con la suela de sus zapatos, pero el mensaje ya estaba impreso. Enseguida vino un intercambio de palabras entre ambas partes pero finalmente los resguardantes de la Catedral guardaron silencio y cerraron los ojos, mientras otros optaron por rezar el rosario y convocar a los niños que tenían de acompañantes a hacer lo mismo.

“La maternidad será deseada o no será”, “sin la liberación de las mujeres la sociedad libre es una mentira”, “que se esterilicen ellos”, eran los mensajes que replicaron una y otra vez las feministas a su paso desde la Calzada Independencia, en el monumento de la madre, hasta Avenida Juárez, donde subieron hasta el centro.

Aunque en un inicio estaba siendo respetado el contingente separatista, hubo varios momentos donde los hombres se acercaban para fotografiar a mujeres, sobre todo a las que hacían pintas en mobiliario o muros a favor del aborto, lo que detonó que recibieran el rechazo colectivo al grito de “fuera machos” y se les expulsara a empujones, incluyendo a fotoperiodistas, a quienes se les pidió desde la convocatoria no insistir en capturar el rostro de las manifestantes.

Y así, durante el trayecto, fotógrafos y peatones que instigaron a mujeres grabándoles el rostro desde una distancia cercana fueron rechazados y obligados a salir, incluso intervino la Policía Vial para pedirles que respetaran la marcha separatista.

Finalmente, al llegar a Plaza de la Liberación después de encontronazos con algunos hombres y grupos católicos, se sentaron en la plancha de concreto y leyeron un pronunciamiento en donde recordaron a la sociedad que al negarles el acceso al aborto se les violenta, se les concibe como incubadoras obligadas y no como mujeres dueñas de su cuerpo y de sus decisiones.