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Capital dicta el desarrollo inmobiliario

YA NO SÓLO SON HOGARES. Actualmente existe una lógica de especulación que ha transformado la vivienda en un activo financiero.  (Foto: Michelle Vázquez)

La Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) vive una transformación urbana sin precedentes, donde los rascacielos, plazas comerciales y desarrollos de lujo crecen al compás del capital financiero, dejando a la planeación pública en un segundo plano.  

Así lo revela el estudio Volteando hacia arriba y al exterior. Capital financiero y la industria inmobiliaria en Guadalajara, a cargo de investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y publicado este año, el cual señala cómo fondos de inversión, fideicomisos y desarrolladores privados marcan hoy la pauta del crecimiento de la ciudad. 

Los autores, Rutilo Tomas Rea Becerra, Ana Gabriela González Anaya y Cándido González Pérez, ubican el origen de este fenómeno en la apertura económica de los años 80 y 90, cuando Guadalajara se consolidó como un centro financiero y de servicios, lo que atrajo capital transnacional y sentó las bases de una financiarización inmobiliaria que hoy se refleja en la construcción de torres y complejos residenciales con múltiples amenidades. 

Entre los mecanismos identificados se encuentran las fibras y los certificados de capital de desarrollo (CKD), que permiten a inversionistas canalizar recursos hacia hoteles, centros comerciales, conjuntos residenciales y parques industriales. Esto, subraya el estudio, ha generado una lógica de especulación que transforma la vivienda en un activo financiero y contribuye a fenómenos como edificios vacíos o semivacíos, especulación del suelo y alza generalizada de precios de renta y venta. 

El impacto social es evidente: la ciudad se enfrenta a una dualidad entre “privatópolis inmobiliarias” (torres y desarrollos de lujo con servicios exclusivos) y “precariópolis estatales”, donde se concentran viviendas periféricas de bajo costo, muchas veces sin acceso adecuado a servicios básicos.  

El estudio también señala la existencia de denuncias sobre un posible “cártel inmobiliario” en Jalisco, con presuntas conexiones entre autoridades estatales y empresas desarrolladoras para aprobar cambios de uso de suelo o gestionar trámites sin consulta pública. 

Bajo esta dinámica, la verticalización urbana se impone como tendencia dominante. Proyectos como Serena Hábitat y Nove-Providencia (colonia Providencia), Desarrollo Zuno (Americana), Arga Vertical (Mexicaltzingo) o Stratto Américas (Country Club) se presentan como símbolos de una ciudad que transita hacia un estilo de vida verticalizado y excluyente, en contraste con la imposibilidad creciente de acceder a viviendas tradicionales. 

Finalmente, los investigadores advierten que este “éxtasis por el cemento, el asfalto y el suelo” tiene costos ambientales, económicos y sociales, como la pérdida de áreas verdes, la contaminación visual y la profundización de la desigualdad.  

 

jl/I