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A dos años del último 'ladrido'

(Foto: Especial)

Se han cumplido dos años de la trágica muerte de Pedro Aguayo Ramírez, más conocido con el sobrenombre de El Hijo del Perro Aguayo. Con tan solo 35 años de edad, el luchador que había debutado un 18 de junio de 1995 en el Auditorio Río Nilo en Tonalá, Jalisco, dejó de existir casi 20 años después de su primer combate.

Lo sucedido la noche del 21 de marzo de 2015 en el Auditorio Municipal de Tijuana, Baja California, revivió el eterno debate sobre si los golpes en la lucha libre son reales o no.

El resultado final confirma que no, que El Perrito, como también se le nombraba, murió a causa de un fuerte impacto que le generó lesiones en la región cervical dejándolo inconsciente en primera instancia, pero que ya no logró recuperarse pese a los intentos por revivirlo.

Lo que se observa en algunas imágenes captadas en dicha función de lucha libre es que antes de desvanecerse Aguayo se mostraba intenso en su actuación, sin algún síntoma de agotamiento. Pedro se concentraba sobre todo en un pleito personal con Rey Misterio, quien tras estar recargado en una de las esquinas le recetó una patada al rostro, Aguayo se incorporó de inmediato, se echó una maroma y segundos después su contrincante lo sacó del cuadrilátero con unas tijeras voladoras sujetándolo del cuello.

El luchador regresó rápido y de nuevo Misterio lo recibió con una patada voladora. Al recibir el impacto, El Perro se fue contra las cuerdas y ahí se quedó ya sin reaccionar.

Los que se planteó posterior a la muerte del famoso gladiador fue que la integridad física de los luchadores no está garantizada.

Y es que mucho se cuestionó que no hubo una rápida atención médica cuando Aguayo ya no se movía. Al transcurrir 30 segundos sin movimiento, el luchador Konan, quien observaba como espectador el combate, se acercó a la figura inerte de Aguayo, lo sacudió un poco en su intento por reanimarlo, pero ya no hubo respuesta y los médicos seguían sin aparecer.

Inclusive la lucha continuó con los luchadores en el ring, y el referí tampoco detuvo las acciones para atender a Aguayo. Más de tres minutos después se integran algunas personas para reanimarlo y colocarlo en una tabla de triplay (no en una camilla) y trasladarlo a una ambulancia, y de ahí al hospital donde falleció en la madrugada.

Pedro Aguayo Ramírez

Debut: 8 de junio de 1995

Última lucha: 21 de marzo de 2015

LOGROS

Campeón nacional semicompleto

Campeón en Rey de Reyes

Campeón de la Copa Triplemanía

Campeón mundial de tríos

Tripe campeón nacional de parejas

Cifras:

3 Campeonatos mundiales conquistó en equipo en la WWA

2 máscaras ganadas tras sus triunfos

11 cabelleras cortadas a sus oponentes

Cada vez más extremas

Lejos de mostrar más precauciones en los combates de lucha libre, en la actualidad son más frecuentes las luchas calificadas de extremas.

Es decir, los combates se destacan ya no solamente por los típicos golpes, llaves, patadas voladoras o lances fuera del ring, sino por recurrir a golpear con sillas, lámparas y arrojar a los contendientes a mesas a las que se les prenden fuego con el riesgo de provocar lesiones graves en la piel.

Hoy en día ya son muy comunes las luchas entre hombres y mujeres, sobre todo en la organización de la Triple A que son trasmitidas por televisión abierta o en sistema de cable.

En otro tipo de luchas que se realizan en arenas improvisadas como gimnasios o inclusive patios de casas se emplean tenedores, engrapadoras o cualquier objeto punzocortante para herir la frente, la cual es una de las zonas más sensibles y provoca de inmediato el brote de sangre.

Varios luchadores veteranos y más apegados a la lucha olímpica y grecorromana que consiste en el combate a ras de lona, se han manifestado en contra de los extremos a los que ha llegado la lucha libre.

Uno de los castigos más practicados es el martinete, que es sujetar a uno de los luchadores e impactar su cuello contra la lona, el cual está prohibido porque existe el riesgo de que el gladiador sometido quede inválido.

“Lo que puedo decir es que a mí no me gusta la lucha extrema, la rudeza es válida, pero no así, en el ring hay que ser caballeros, no estamos en la época del Coliseo Romano”, declaró Tinieblas, famoso luchador de la década de los 70.

 

HJ/I