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Son transexitosas

Por las demás. La organización de Alexandra Rodríguez de Ruiz apoya con programas antiviolencia, empoderamiento, oportunidades, educación y trabajo. (Foto: Notimex)

Ciudad de México. Alexandra Rodríguez de Ruiz llegó al activismo por accidente. Tenía una vida invisibilizada como mujer trans en Los Ángeles, California. Trabajaba en un aeropuerto hasta que se enteró que su amiga de la infancia había sido asesinada en la ciudad de San Francisco.

Los medios se encargaron de revictimizarla, utilizando el amarillismo y fomentando el rechazo a las personas trans publicando que otra “drogadicta, transexual y prostituta” había sido asesinada.

Este hecho impactó la vida de Alexandra, que dejó su trabajo en Los Ángeles y se mudó a San Francisco.

“Empecé a buscar trabajo para sobrevivir y fue como llegué a una organización que estaba por cerrar sus puertas. La compañera que me contrató y yo le dimos un giro, y fue así como pudimos apoyar a las poblaciones transgénero latinas en San Francisco”, narra.

Desde 2006, junto con Isa Noyola, Marcia Ochoa y Elisa Vélez, Alexandra trabaja para ayudar a las personas transgénero en Estados Unidos con la Asociación El/La para Translatinas, que les brinda apoyo de terapia hormonal, emocional, documentación, vivienda estable y salud digna.

En aquellos tiempos esta organización era un programa para prevención de VIH y la ciudad de San Francisco aportaba los fondos para mantenerla.

“Venían muchas mujeres transgénero de Centroamérica y México, y locales nacidas en Estados Unidos de ascendencia latina; la mayoría migrantes”, señala.

Su historia en un libro

Alexandra vivió 15 años en México antes de optar por migrar a Estados Unidos, huyendo de la persecución y la violencia que sufrían las personas trans en aquellos años.

Esta historia será plasmada en el libro Crucé la frontera en tacones, en el que narra su historia como transmigrante.

Al comparar la discriminación que existe en Estados Unidos y México, explica que hay una gran diferencia en el tipo de oportunidades que se presentan a las personas trans identificadas.

“Yo siento que aquí hay muchas cosas por hacer, aún hay mucha educación por compartir, especialmente en las escuelas, para así erradicar o tratar de erradicar el bullying, que ahora es algo tremendo entre las nuevas generaciones y en la sociedad misma”, afirma.

Nueva era

La también consultora en sexualidad y género comenta que aunque su organización no ayuda directamente a las personas transgénero que van en las caravanas migrantes que se dirigen a Estados Unidos, sí se les brinda apoyo al llegar a la frontera y en el país vecino, se les da consejería y les explican que pedir asilo político es un derecho humano.

Alexandra asegura que están viviendo una nueva era para las poblaciones transgénero latinas, ya que por lo menos en Los Ángeles y San Francisco, la asociación está creando más programas y más gente se ha sumado.

“Creo que ya es tiempo de aceptar que las personas trans somos seres humanos que también luchamos, que también podemos trabajar, que también tenemos un proceso de adaptación en la sociedad”, apunta.

El/La para translatinas sigue apoyando con nuevos programas antiviolencia, empoderamiento, oportunidades, educación y trabajo, “hay personas trans que siguen luchando por ser ellas mismas, por obtener un lugar en la sociedad”.

Alexandra considera que el éxito se ve de manera diferente en cada persona-

“El éxito para mí es ser yo como soy, poder expresarlo como lo expreso y estar donde quiero estar, con quien quiero estar, como quiero estar, haciendo lo que me gusta hacer”, sostiene.

“Mi lucha no fue el ser exitosa, mi lucha fue por ser yo misma, por ganarme mi lugar en la sociedad como una persona trans identificada”.

Creo que ya es tiempo de aceptar que las personas trans somos seres humanos que también luchamos, que también podemos trabajar, que también tenemos un proceso de adaptación en la sociedad”

Alexandra Rodríguez de Ruiz, activista

Visibilizar a las trans

En un mundo tradicionalmente machista como el de la arquitectura y la construcción, Gislenne Zamayoa, mujer transgénero, se ha abierto paso gracias a su talento y determinación.

Hoy se dedica a la arquitectura en diseño sustentable, y es la única mujer trans acreditada por Protección Civil para realizar dictámenes estructurales luego del terremoto del 19 de septiembre de 2017.

“De alguna manera mi historia casi me termina matando. Tomé la determinación de que sí quería vivir, y vivir bajo mis propios lineamientos y mis propias condiciones. Tomé la decisión de ser lo que hoy en día he logrado ser como Gislenne, no solamente como arquitecta sino también como mujer trans y activista en la Ciudad de México”, afirma.

Gislenne hizo un pacto consigo misma: en cada proyecto que firma incluye a profesionistas LGBT+, y aunque la gente todavía tiene dudas, ha logrado darle trabajo a 14 personas trans.

“Ha sido muy lindo porque este aporte tiene el sello arcoiris. Yo creo que el día de mañana no van a preguntar ¿quién hizo ese diseño o quién hizo esa edificación?, sino más bien es como decir: es un hijo de la familia LGBT”, dice.

Iniciativa. Gislenne Zamayoa es fundadora del Grupo de Personas Trans x Los Objetivos que busca visibilizar y ganar respeto.
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Activismo

Además de la arquitectura, se dedica al activismo y es fundadora del Grupo de Personas Trans x Los Objetivos que cuenta con una fanpage con más de 4 mil personas, y busca crear mejores ciudadanos, un ambiente de respeto y sobre todo visibilizar a las personas trans.

Para lograrlo, Gislenne asegura que prefiere hacer un activismo inteligente antes que insurgente.

“A través de otro tipo de vertientes, otro tipo de cuestiones, y a partir de pequeños esfuerzos se ha sumado mucha gente y se siguen haciendo cosas a favor de la visibilidad, a favor de un sentido progresista, a favor de un cuestionamiento social sobre lo que debe de ser una persona trans”, expone.

La visibilidad enseña y educa a la sociedad, las personas trans tienen una identidad; viven al igual que cualquier otra, palpan y transitan dentro de las ciudades inherentes.

Gislenne sabe que los estigmas continuarán existiendo: “Las personas LGBT están metidas dentro de un paréntesis de diferencia. Nos hacen falta muchas cosas; las personas trans siguen muriendo, siguen siendo estigmatizadas y discriminadas”.

“Necesitamos consolidarnos como una comunidad diversa y no estar peleando por los intereses de cada uno. Una consolidación humana entre nosotras mismas; primero como comunidad trans y también como comunidad LGTB, para enseñar a la sociedad a que nos respeten. Si no nos respetamos nosotros mismos dentro de la comunidad nadie lo hará”.

“Nos hacen falta muchas cosas; las personas trans siguen muriendo, siguen siendo estigmatizadas y discriminadas”

Gislenne Zamayoa, arquitecta

En la ley

  • La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en el párrafo quinto de su artículo primero:
  • -La prohibición de ejecutar cualquier acción que atente contra la dignidad humana o bien que anule o menoscabe los derechos y libertades de las personas, la cuales tengan su origen en prejuicios del género, sexo, las preferencias sexuales entre otras
  • -Esto se hace operativo a través de su Ley reglamentaria; es decir, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, las leyes antidiscriminatorias disponibles en 30 entidades federativas, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y sus 32 leyes locales, así como la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
  • Sin embargo, esta realidad jurídica no ha permeado la realidad social

Derechos

  • De acuerdo con la CNDH, las personas transgénero, transexuales y travestis tienen derecho a no sufrir ningún tipo de discriminación
  • Pueden dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo que mejor les acomode
  • Decidir de forma libre, autónoma e informada sobre su cuerpo, identidad y sexualidad
  • Tienen derecho a formar una familia y decidir el número de hijos
  • Derecho a la educación, a la manifestación pública de sus ideas y a programas de asistencia social
  • Servicios de salud pública libres de discriminación y estigmatización
  • En caso de privación de libertad, deben recibir un trato libre de discriminación y violencia dentro de los centros de reclusión del territorio nacional

JJ/I