Tres días de Vinylmanía en Larva

Los amantes de los vinilos se reunirán por quinta ocasión para disfrutar de este formato musical que cada vez tiene más presencia en adultos y jóvenes. Del 19 al 21 de julio se llevará a cabo Vinylmanía.

La sede será el Café Benito en Larva, donde 22 expositores mostrarán sus mejores catálogos que van desde el rock hasta joyas de los años 50.

“Es un proyecto que comenzó en 2014 para fomentar la cultura del vinilo, un objeto arte, y crea una microeconomía con los expositores independientes en tres días”, comentó Héctor Castro Aranda, director de Vinylmanía.

La misión del festival es rescatar, fortalecer y proyectar el resurgimiento de la cultura del vinil y su esencia contando con un área central destinada a la tradicional compra, venta, cambio de vinilos contemplando todos los géneros musicales, incentivando así la industria y el comercio de un formato en plena recuperación y abarcando también el sector educacional por medio de la presentación de escuelas y universidades de música, complementando el universo sonoro con manifestaciones artísticas y de diseño vinculadas a la escena musical.

“Las ediciones pasadas se fueron a Villa Libertad, como sede de Fimpro, y este año regresa al Larva y estamos felices de la sede, ya es el quinto año del evento y la gente a pasará muy bien”.

Durante los tres días de Vinylmanía, diferentes DJ, selectores y coleccionistas pondrán sus colecciones en las tornamesas con diferentes géneros para disfrute de los asistentes.

Habrá alimentos y bebidas, exposición de arte, venta y compra de vinilos por diferentes expositores, independientes, disqueras y tiendas.

“Es curioso, pero hace años, el vinil fue enterrado por el CD y ahora el CD lo enterró el vinil de nuevo. Además de las generaciones de adultos, ahora los jóvenes están emocionados con los vinilos”, explicó Héctor Castro.

“Actualmente, para escuchar música, el primero lugar son las plataformas, el segundo el vinilo y el tercero es el casete, se vende un 200 por ciento más de vinilos que lo que se vendía en 1991, hay pedidos en las fábricas con seis meses de espera porque muchísimos artistas quieren sus álbumes en vinilo”.

JJ/I