Quinto Patio 

La mala planeación cuando se trata de obras públicas no es una novedad, pero si hablamos del proyecto de abasto de agua para la zona conurbada de Guadalajara, seguramente ganaría un concurso de absurdos. A ver, les contamos: resulta que el gobernador Enrique Alfaro propuso renegociar el crédito, autorizado en 2003, para ampliarlo un plazo adicional de 20 años. Es decir, durante 40 años pagaremos por una presa que no se construyó. Ey, así mero: no se hizo. 

Hasta ahí todo pareciera normal. El problema es que el dinero, ese dinero, ya se gastó, pues los diferentes gobernadores fueron tomando dinero para otras cosas. Y no es que el destino haya sido malo, sino que sería algo así como pedir un crédito para una casa, pero gastarlo en ropa y comida y, al final, deber una casa sin tener casa. La ilógica de la paradoja de la mala planeación gubernamental. 

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La muerte violenta puede sorprender a cualquiera en cualquier lugar del, se supone, más concurrido y protegido lugar de Guadalajara como es el Centro Histórico. Por ejemplo, apenas inició el año y ya localizaron un cuerpo sin vida abandonado en un carrito de supermercado en el cruce de las calles 8 de Julio y Leandro Valle, a pocas cuadras de la Secretaría de Seguridad Pública estatal. Hace menos de tres meses, asesinaron a una joven estudiante en el estacionamiento del edificio Múlbar, entre las calles Madero y López Cotilla, a tres cuadras de palacio de gobierno. 

Precisamente en las calles 8 de Julio y Morelos, en pleno centro, en mayo de 2018, apareció asesinada una joven, por citar otro caso. Sin contar los asaltos a transeúntes y comercios, y robos a vehículos. Así la seguridad en esos rumbos del Centro  tapatío. 

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¿Cómo cometer un robo de valioso armamento a la mera mera policía?, ¿un robo medio bobo?, ¿medio infantil?, ¿medio raro? Primero, consígase un uniforme de policía municipal, por ejemplo, de Tonalá. Después, preséntese en alguno de los módulos de la policía de ese municipio, cualquiera de los módulos, el que sea, pero en particular el ubicado en el fraccionamiento Loma Dorada. Diga, asegúrele, muéstrese seguro al decirle al elemento que ahí está en vigilia, que diga, de vigilancia, que usted también es policía y que le permita el paso, para enseguida, ya dentro, someterlo. 

Claro, para que le cedan el paso puede autojustificar, risa de por medio, que necesita armas para trasladarlas al complejo penitenciario de Puente Grande. Así que, puede tomar toooooodo lo que pueda. Por ejemplo, 11 armas cortas, cuatro largas, 20 cargadores y cuatro radios de comunicación. Arrase, pues. Con su botín, puede escapar sin problema alguno. ¿Que faltan policías tonaltecas? Averigüemos cuántos influyentes tienen de escoltas a policías de ese municipio. (La historia que causa histeria es real, se los aseguramos). 

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Así como pasó con las medidas de austeridad, y ahora que está de moda el medio ambiente y el no uso de plástico. En ese contexto, hay que tomar nota en qué medida están contribuyendo los entes públicos en ser más sustentables. Hay algunos que ya no compran botellas de refresco, pero siguen usando unicel para el café.  ¿Tendrán alguna política pública para poner el ejemplo? Bueno, ¿existirá algo así para evitar ser candiles solo en la calle… pero no en las oficinas? 

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Hoy es día de repartir alguna de las sabrosas tajadas de roscas por el Día de Reyes de estos rumbos. Deseamos que les toque el Niño Dios para que inviten los tamales el Día de la Candelaria, el 2 de febrero. ¡Ah! Los queremos verdes de pollo, otros de puerco en hoja de vástago pa’ acordarnos de los tamalitos oaxaqueños y los de dulce elote, al estilo zapopano. Para que el antojo no quede en eso. 

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