Jalisco registra 4,407 muertes excedentes

Tras analizar las actas de defunción de todo el país, incluido Jalisco, la organización denominada Proyecto Li descubrió que de abril a julio hubo un ‘excedente de mortalidad’ de más 4 mil 407 muertes en el estado en comparación con el año anterior. En junio y julio fueron más las defunciones extra.  

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), por excedente de mortalidad se entiende a las muertes que no se tenían contempladas que sucedieran. Año con año, las instituciones de salud analizan el histórico de muertes en una demarcación y, con base en esta información, más el incremento poblacional, obtienen una estimación de las muertes que podrían darse en el año en curso. 

Al ahondar en el tema, Proyecto Li analizó sólo de abril a julio y tomó en cuenta las actas de defunción publicadas por el Registro Nacional de Población (Renapo) y realizó solicitudes de información a los 32 estados. No todos dieron la información, entre ellos Jalisco, bajo el justificante de que no contaban con la estadística y la información la tendría, precisamente, el Renapo, comentó a NTR Ernesto Cervantes, creador del proyecto. 

El también investigador y estudiante del Tec de Monterrey explicó que el exceso de defunciones podría deberse a víctimas directas o indirectas de la pandemia, es decir, personas que fallecieron por Covid-19, pero no fueron integradas a la estadística oficial, o personas que murieron por otras enfermedades y que a causa de la reconversión hospitalaria no tuvieron una atención médica adecuada. 

“Claramente esto es producto de la pandemia, sea directamente por la gente que, en primera instancia pensó que no era tan importante, que solo era una gripa y se complicó, perdió tiempo en ir a un hospital, por ejemplo (…) Las indirectas son las personas que no tuvieron Covid, pero los servicios de salud no los pudieron accesar (sic). Con la reconversión hospitalaria, la prioridad fue atender a los pacientes de Covid. No se garantizó el acceso para las personas que no tienen Covid, pero que necesitaban ir a un médico”, señaló. 

Según los hallazgos de Proyecto, el mes que más excedente de mortalidad registró en Jalisco fue julio con 2 mil 497 decesos. De estos, sólo 877 corresponden a Covid-19 y el resto se desconoce.  

RECONVERSIÓN DEBE ANALIZARSE 

La información encontrada por Proyecto Li no es aún concluyente del todo, pues falta la validación de las actas de defunción por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); sin embargo, deja la tarea de analizar el modelo de reconversión hospitalaria del estado. 

“Estos datos que nos están presentando nos abren el panorama para poder entender que hay otros factores que deben ponerse a consideración como lo es ese delicado balance o equilibrio entre tener suficiente capacidad hospitalaria para el estimado de casos por Covid que se van a presentar y no cerrarle espacios a personas que van a requerir atención médica por otras causas”, señaló Carlos Alonso Reynoso, epidemiólogo de la Universidad de Guadalajara (UdeG). 

El proceso de validación de actas de defunción no será breve y podría llevar 15 meses o más, detalló el también colaborador de Jalisco Cómo Vamos, quien puntualizó que el proceso en un momento normal lleva de tres a 15 meses, pero por la pandemia podría ser más largo. 

“El saber si estas muertes fueron por Covid o no, nos llevará un poco más de tiempo; sin embargo, me parece destacable que es un tema que tiene que llevarse al debate, ponerse sobre la mesa y poderse lanzar”. 

El experto detalló que de cada acta hay cuatro copias. Una la tiene la familia, otra la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), una más el Inegi y la última el registro civil. Inicialmente, la SSJ envía a la Federación el certificado original, el cual será analizado por el área de epidemiología para crear acciones oportunas contra enfermedades y para confirmar o descartar el diagnóstico. Posteriormente, se coteja en el Inegi con la copia que éste tiene y se publican las cifras definitivas. De ahí que el proceso sea tardado. 

Además, apuntó que no se debe perder de vista que el exceso de mortalidad registrado en junio y julio puede deberse a retrasos en el registro, ya que a partir de la pandemia las oficinas del registro civil cerraron áreas, descansaron personal o cerraron de manera temporal, por lo que los procesos se retrasaron.  

Finalmente, expuso que, por ejemplo, una persona que falleció en abril pudo haberse registrado en julio, por lo que reiteró en que se debe esperar la estadística oficial del Inegi. 

FRASE: 

“El saber si estas muertes fueron por Covid o no, nos llevará un poco más de tiempo; sin embargo, me parece destacable que es un tema que tiene que llevarse al debate, ponerse sobre la mesa y poderse lanzar”: Carlos Alonso Reynoso, Epidemiólogo de la UdeG 

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