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Tensión aumenta por los fideicomisos

(PERSISTENTES. Todas las puertas del Senado estuvieron cercadas por manifestantes que intentan frenar el acuerdo. Foto: Cortesía EFE)

CIUDAD DE MÉXICO. El Senado mexicano vive momentos convulsos con todas sus puertas cercadas por manifestantes que intentan evitar la extinción de 109 fideicomisos mientras los legisladores buscan un modo y un lugar para aprobar esa suspensión.  

El caballo de batalla son 109 fondos por un valor conjunto de más de 68 mil millones de pesos que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere centralizar con la aprobación ya otorgada de la Cámara de Diputados, por lo que sólo falta la ratificación de los senadores.  

Es por eso que los afectados por la extinción de los fondos impidieron la entrada a los legisladores desde el lunes.  

Así, las dos comisiones que tenían que enviar el dictamen procedente de la Cámara de Diputados al pleno del Senado tuvieron que reunirse en un céntrico hotel; una de ellas lo aprobó, pero en la otra no hubo quorum para ello.  

Es por ello que ayer el texto no pudo ser discutido por el pleno, pero la comisión tampoco pudo buscar acuerdo y la aprobación del texto en las instalaciones de la Cámara alta, todavía cercadas por manifestantes.  

El Senado tiene entradas por diferentes calles que los afectados se han dividido para acampar y protestar.  

La parte trasera la ocupan familiares de desaparecidos y personas desplazadas; en la calle perpendicular se agolpan los descendientes de braceros y en la paralela, junto al Paseo de la Reforma, se encontraban científicos y activistas por el cambio climático.  

Por su parte, los gobernadores de la Alianza Federalista se reunieron con los coordinadores de los grupos parlamentarios que constituyen el Bloque de Contención del Senado y coincidieron en que la desaparición de los fideicomisos no sólo se trata de una confiscación y centralización de recursos, sino que atenta contra la autonomía de organismos públicos. 

Se acordó convocar a la brevedad a una deliberación pública sobre la verdadera dimensión del problema, pues la lógica de clasificar de “corrupto” a todo razonamiento y análisis serio relativo a este tema es una suerte de extorsión mediática, pública y política. 

jl/I