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Misterios

Recuerdo las historias de fogata que se relataban después de la cena en los campamentos de los scouts. Narraban sucesos acaecidos en las cercanías del lugar de la acampada que hablaban de misterios en los que se referían muertos que no descansaban, objetos embrujados y otras leyendas de la región. El nerviosismo recorría los rostros de los presentes, acentuado por el frío, la penumbra y el ambiente en general.

Los secretos y el misterio han existido siempre como un fenómeno inherente al ser humano. La intriga y el deseo de saber impulsan a las personas en cuanto saben que alguien tiene un secreto para intentar averiguarlo. Los misterios transmitidos de generación en generación son atractivos manjares para todos que siempre pensamos en degustar sus ingredientes más íntimos.

La resolución de problemas que se manejan con secrecía es también algo sumamente atractivo para el género humano. “Todo me invitaba a huir, por eso me quedo”, nos dijo en alguna ocasión un amigo que nos había hablado de la problemática interna de una organización a la que pertenecía. Lo que ocurría ahí era de espanto, de manera que la pregunta obvia era ¿y por qué no te vas?, de manera que la respuesta y sus implicaciones nos sorprendió, pues quería decir: quiero desentrañar el fondo de los secretos y difundirlos para que desaparezcan.

En general lo que se oculta tarde o temprano trae complicaciones. A lo largo de setenta años hubo una gran cantidad de cosas que fueron ocultadas por las autoridades en nuestro país. Los gobernantes de la llamada “dictadura perfecta” instaurada por los “herederos de la Revolución”, como se consideraban a sí mismos los gobiernos surgidos de las filas ganadoras 15 años después de terminada la conflagración que, a través de un partido, mantuvieron el control sobre el poder.

Lo que comenzó como Partido Nacional Revolucionario (PNR) fundado por el general presidente Plutarco Elías Calles en 1929; éste, se transformó en 1938 bajo el auspicio del también general presidente Lázaro Cárdenas del Río, en Partido de la Revolución Mexicana (PRM); el cual se convirtió, finalmente en 1946, en el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), durante el periodo del también general presidente Manuel Ávila Camacho.

El PRI está, entonces, cerca de cumplir 80 años de su fundación como tal y continúa en actividad, aunque, hay que decirlo, muy reducido en sus estructuras, mermado en su influencia y disminuido en su credibilidad, pero eso no le quita el reconocimiento como el creador y ejecutor de la dictadura perfecta.

A lo largo de los setenta años en los que ejerció como el partido hegemónico nacional fueron escondidos muchos asuntos turbios bajo sus alfombras y tapetes. Mucho esfuerzo y vidas costó encontrar el camino hacia la pluralidad de gobierno, la transparencia del quehacer público y el ejercicio del presupuesto, lo que se logró al fin en 2002 con la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y la promulgación de las leyes en la materia.

Lamentablemente, la destrucción de la República emprendida por López Obrador, Morena y Sheinbaum por herencia alcanzó a las instituciones garantes de la disposición y difusión de la información pública, con lo cual todo esto que fue tan difícil conseguir, se ha ido por el caño. Ojalá que se logre rescatar alguna parte en los cambios a las leyes secundarias y que no todo esté perdido.

Así sea.

X: @benortegaruiz

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