Los nueve pintores

Juan García Ponce fue uno de los primeros escritores sobre arte que leí. Gracias a sus libros comprendí cómo la escritura, más que describir, puede acompañar, iluminar e incluso enfocar la experiencia de las artes visuales. No traducir. Intentar decir lo que el artista quería decir resulta, siempre, un error. Las letras, con las que intentamos hacer justicia a ese cuadro, esa instalación o esa acción, caminan a la par, no sustituyen. Nueve pintores mexicanos resulta una verdadera cátedra no sólo por la poesía que inunda los ensayos, sino también por su espíritu: el deseo solamente de “entablar un diálogo” con las obras de la generación de la Ruptura. Además, escribir sobre algo tan abstracto como un Manuel Felguérez o un Lilia Carrillo agrega una dificultad extra: la de entender desde la distancia un lenguaje personal, a veces emocional, y no convencional.

Así que José Luis Cuevas, Fernando García Ponce, Pedro Friedeberg, Gilberto Aceves Navarro, Vicente Rojo, Brian Nissen, Arnaldo Coen, Helen Escobedo, Tomás Parra, Felipe Ehrenberg y otros artistas valientes, arriesgados, visionarios, se reúnen ahora en el MAZ en Salón Independiente, muestra que llega desde el MUAC y que narra vigorosamente la osadía de los artistas frente al sistema a partir de 1968, cuando el muralismo ya estaba cansado, pero seguía siendo oficial, cuando se comprendió que la pintura no era necesariamente la única vía de expresión ni de narración histórica, que reunirse se valía, y que a esas alturas una convocatoria que pidiera soportes tradicionales ya era no sólo caduco, sino también una falta de respeto. Me gusta pensar la Ruptura así, no sólo como rompimiento a la forma, sino también como voto por un arte libre, comprometido, independiente e informal, dispuesto a gustar, o no, pero nunca atado a reglas o tradiciones.

Eso también me lo enseñó Juan García Ponce. Así que recomiendo visitar la muestra con sus nueve pintores mexicanos.

@doloresgarnica

JJ/I