León XIV inicia su pontificado

Con un emotivo llamado a construir una Iglesia unida, fraterna y misionera, el Papa León XIV inició oficialmente su ministerio como Obispo de Roma y sucesor de San Pedro. “Fui elegido sin ningún mérito y, con temor y temblor, vengo a ustedes como un hermano que desea hacerse siervo de la fe y de la alegría”, expresó el Pontífice durante la solemne Misa celebrada en la Plaza de San Pedro.

Ante miles de fieles congregados, autoridades civiles y religiosas de todo el mundo, León XIV fue investido con las insignias del pontificado: el Palio y el Anillo del Pescador, entregados por los cardenales Mario Zenari y Luis Antonio Tagle, respectivamente. En su homilía, destacó que el verdadero liderazgo en la Iglesia se basa en la caridad, no en el poder. “No se trata nunca de capturar a los demás con prepotencia, sino siempre y únicamente de amar como lo hizo Jesús”, afirmó.

El Santo Padre evocó el legado de su predecesor, el Papa Francisco, y subrayó el papel de la Iglesia como fermento de unidad en un mundo dividido. “Una Iglesia unida, signo de comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”, propuso como objetivo de su pontificado.

El nuevo Papa también hizo una enérgica exhortación misionera: “¡Miren a Cristo! ¡Escuchen su propuesta de amor! En el único Cristo, somos uno”. Con estas palabras, León XIV invitó a superar divisiones, prejuicios y egoísmos para caminar juntos como un solo pueblo. Su mensaje, centrado en el amor, la unidad y la humildad, marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica.

“¡Esta es la hora del amor!”, concluyó.

GR