La elección judicial fue un retroceso para la justicia mexicana

El abogado y maestro en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Burgoa, calificó como un fracaso histórico la reciente elección judicial realizada el pasado domingo. A pesar de tratarse de un proceso inédito en la historia del país, advirtió que sus consecuencias podrían marcar un grave retroceso en la independencia del Poder Judicial y en la calidad de la impartición de justicia en México.

“La participación ciudadana fue bajísima, un fracaso. No se puede hablar de éxito cuando apenas uno de cada diez mexicanos acudió a votar”, afirmó Burgoa en entrevista. A ello sumó que el voto informado fue prácticamente inexistente, ya que en muchos casos las personas acudieron a las urnas con “acordeones” que circulaban previamente para inducir el sentido del voto.

Según el académico, estos listados atentaron contra los principios fundamentales de una elección democrática. “Se perdió la máxima del voto libre, secreto y universal. Lo que vimos fue una simulación democrática”, subrayó, al tiempo que cuestionó la equidad de la contienda, la opacidad del proceso y la posible coacción del voto, especialmente entre adultos mayores.

Burgoa también criticó que muchos de los candidatos a ministros, magistrados y jueces no llegaran por méritos profesionales, sino por afinidad política. “No fueron propuestos por el Poder Judicial, sino por el Ejecutivo o el Legislativo. Eso rompe con la autonomía judicial”, señaló. Asimismo, expresó escepticismo respecto a que el Tribunal Electoral invalide los resultados, a pesar de las múltiples irregularidades documentadas.

El constitucionalista recordó que incluso hubo candidaturas cuestionadas por supuestos vínculos con el crimen organizado, lo cual —dijo— debería motivar una revisión seria por parte de las autoridades electorales. Sin embargo, consideró poco probable que la Sala Superior del Tribunal Electoral actúe con imparcialidad, debido a su cercanía con el oficialismo.

En cuanto al futuro del Poder Judicial, Burgoa fue enfático: “Lo que veremos es una involución. Se están destruyendo 30 años de carrera judicial sin haber hecho un diagnóstico, sin consenso y sin una reforma integral al sistema de justicia.”

Concluyó señalando que será la ciudadanía la que pague las consecuencias de esta transformación. “A partir de septiembre, con la entrada de los nuevos jueces y ministros, comenzaremos a ver una curva de aprendizaje dolorosa. Los platos rotos los pagaremos los justiciables.”

GR