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Quedan a deber las reformas de EPN

Mal aplicado. De acuerdo con el análisis del instituto, el gasto gubernamental no ha sido productivo, pese a que ha aumentado la recaudación.

En los últimos 35 años, México ha crecido de manera inercial, mientras que en la actual administración el gasto gubernamental no ha sido productivo y las reformas estructurales no han generado el impacto positivo que las autoridades esperaban de ellas, consideró el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).

Aun la cifra positiva de incremento en el producto interno bruto (PIB) de 2.5 por ciento en el primer semestre es signo de límites estructurales del modelo económico, pues es menor a lo alcanzado por Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, ello a pesar de que éste último ya había enfrentado la crisis de 1995.

De acuerdo con el análisis del instituto, el gasto gubernamental no ha sido productivo, pese a que ha aumentado la recaudación, lo que se ha reflejado en una modificación de la prospectiva del crecimiento, pues el gobierno federal espera una tasa de entre 2 y 2.6 por ciento, aunque el Idic considera una cifra entre 1.5 y 2.3 por ciento. 

El menor crecimiento, junto con el incremento en las tasas de interés y de la deuda, ha propiciado la advertencia de calificadoras como Standard and Poor´s y Moody´s sobre una potencial reducción de su calificación a la deuda del gobierno y de la propia banca privada. Esto último representa una evaluación implícita sobre los efectos de la reforma hacendaria y la financiera: no han generado el impacto positivo suficiente, ponderó el organismo.

El incremento acumulado del gasto de gobierno y la deuda (3.4 billones de pesos adicionales entre diciembre de 2012 y junio de 2016) tampoco tuvieron un impacto productivo.

Ante este escenario, uno de los más afectados es el sector industrial: la recesión que vive la minería, la desaceleración de las manufacturas y el lento crecimiento de la construcción, que además tuvo un desempeño negativo en los dos primeros años del sexenio, explica parte del débil crecimiento económico de México.

La misma situación ha fomentado la creación de ocupación y empleo de bajos ingresos: por primera vez en la última década, 8 millones de mexicanos se encuentran en dicha situación, un millón 800 mil más que en 2005.

Este contexto resume el escenario que enfrenta México en la coyuntura y el cual condicionará su desempeño para 2017, en primera instancia porque el presupuesto que se presentará en unos días estará marcado por una mayor restricción, particularmente en la inversión física, advirtió.

Un segundo elemento será la continuidad de la desaceleración observada en la manufactura global. En el corto plazo eso no cambiará, indicó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, un centro de pensamiento enfocado al estudio y la difusión de temas de interés para la industria en México.

El instituto surgió como una iniciativa comprometida con alcanzar un desarrollo equilibrado, que fortalezca tanto al mercado interno como la capacidad exportadora de las empresas nacionales y extranjeras que operan en el país, así como para atender la necesidad de complementariedad entre actores de la sociedad civil en los temas de política industrial.

 

DN/I