Lo caótico de ser una diva pop

Una desgracia nacional hizo que su talento saliera a la luz, y de la manera más rápida saltó a la fama, pero en este mundo donde todo es fugaz y plástico, la vida de Celeste se convirtió en lo mismo, una vida que le cobra en oro cada uno de sus logros. La pregunta es: ¿vale la pena?

Natalie Portman y Jude Law son los protagonistas de Vox Lux: El precio de la fama, la película que cuenta la llegada y el mantenimiento en el éxito de Celeste, una estrella pop.

Esta arriesgada propuesta del director y guionista Brady Corbet, el público será testigo de una época milenial que llena de caos e incertidumbre a la juventud, donde quieren basar su vida en fama, aceptación y likes.

Portman reconoció en una entrevista a la revista Variety que se inspiró, precisamente, en la primera etapa de Lady Gaga y en lo guerrera que es Madonna. Curioso dado que, si las previsiones a los Oscar se cumplen este año, Natalie Portman y Lady Gaga podrían estar nominadas en la categoría de Mejor Actriz al mismo tiempo.

La crítica internacional ha dicho que, para ellos, ésta es la mejor película de Portman. Y los sitios especializados están abarrotados de positivas críticas. En Rotten Tomatoes le dan 90 por ciento de aprobación y 84 por ciento en Metacritic.

“Esta historia te conmueve, ya que Celeste sobrevivió a un trauma durante su infancia que hizo despegar su carrera, pero el precio de la fama y todo lo que debe vivir no es color de rosa”, aseguró Portman.

Cuando habla sobre el personaje, es imposible evitar viajar a los comienzos de la actriz. Es que Portman empezó su carrera profesional a los 13 años en la famosa película francesa El perfecto asesino (1994). Con ese, uno de sus primeros y más populares personajes, la afamada actriz de 37 años conoció los aspectos negativos de su temprana fama.

“Entendí muy rápido que, si me iba a expresar de manera sexual, eso me iba a hacer sentir insegura y los hombres sentirían derecho a discutir y a tratar mi cuerpo como un objeto, ante mi incomodidad”, dijo a la revista People, “sentí la necesidad para enviar un mensaje al mundo de que soy alguien digna de respeto y seguridad”.

El director logra poner en pantalla las tensiones y contradicciones de un oscuro siglo 21.

Después de sobrevivir a un ataque que remite directamente a la matanza del instituto de Columbine en 1999, la joven Celeste (Raffey Cassidy) se convierte en un fenómeno pop cuando una canción compuesta en el hospital, mientras se recupera de sus heridas, deviene un himno de reconciliación nacional en tiempos de luto. Pronto, el éxito llevará a Celeste hasta la cara más mercantilista de la industria del espectáculo. En la historia, ya es 2017y el espectador la descubrirá convertida en un agujero negro de cinismo.

“Mis canciones cada vez son peores, pero cada vez se venden más”, sentencia de forma arrogante la protagonista, demostrando a cada paso una gran inmadurez y un grado elevado de narcisismo.

La protagonista deja ver en sus diálogos que todo el mundo busca algo nuevo y vacío (nada alejado a la realidad en la música de moda).

La crítica compara la narrativa de este director con títulos de Lars von Trier y con recursos estilísticos de diversas obras de Stanley Kubrick, donde está marcada la sátira y cinismo.

Música

Algo que la crítica aplaude es el soundtrack, donde destacan las letras compuestas por Sia, y en donde Portman pone voz a una de ellas, pues no canta nada mal

¡De qué trata?

Una cantante de pop consigue hacerse famosa gracias a unas extrañas e insospechadas circunstancias. Su nombre artístico es Celeste y a lo largo de 15 años, esta joven vivió una auténtica odisea: su carrera musical nació de las cenizas de una importante tragedia nacional y poco después se convirtió en una gran estrella de forma inesperada, pero... ¿a qué precio? Redacción

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FRASE

“Esta historia te conmueve, ya que Celeste sobrevivió a un trauma durante su infancia que hizo despegar su carrera, pero el precio de la fama y todo lo que debe vivir no es color de rosa”
Natalie Portman, actriz

JJ/I