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Maestros sin título

Dicen que todo aquel que llega a tu vida es un maestro. No hay coincidencias. Anteriormente había escuchado sobre esta filosofía, pero nunca realmente la había incorporado hasta que alguien me dijo que no sólo de los que tienen el título de maestros se aprende. Así, los padres, los entrenadores, los motivadores y hasta los amigos son maestros de vida. 

Los maestros de vida son los responsable de tres pilares básicos que configuran al competidor de élite: el primero es lograr es que el niño o la niña que empieza a practicar el deporte se enamore de la actividad física adquiriendo hábitos de entrenamiento; en segundo lugar, han de inculcarle bases técnicas sólidas, amplias y adaptadas a su personalidad, al construir esta estructura, tienen que tener en cuenta la evolución física y psíquica de este posible futuro campeón y un tercer aspecto, importantísimo, es el que va a determinar su capacidad de ser el número uno, la más difícil de adquirir, ahí va la fortaleza mental.

Escuchando y leyendo a los grandes deportistas, coinciden en que su vida fue guiada por un maestro que le hizo amar el deporte, un maestro que le dio las herramientas técnicas del éxito y un maestro que lo motivo a ser el mejor de su equipo, de su país, del mundo.

He visto entrenadores intensamente airados en entrenamientos de menores, no sé si sea la mejor opción de guiar, de eso ya no lo voy a discutir, porque seguro tendré a padres de familia obsesionados con tener a exitosos hijos deportistas a costa de todo diciendo de ya (y sin yo dar nombres) que tienen al mejor entrenador, pero lo cierto es que un menor motivado por la actividad física es potencialmente más exitoso que uno que desde la infancia fue llevado a tiros y tirones.

Para estar entre la élite mundial, un campeón debe recibir de sus maestros una completa estructura técnica y de sus entrenadores la forma física, la ayuda psicológica y las actualizaciones permanentes que le permitan superar los inmensos espacios que separan a deportistas normales de esos individuos tan especiales que son capaces de conseguir el triunfo donde los demás fallan y para ello no sólo los “maestros con título” pueden ocupar ese espacio, por ello desde aquí la felicitación en su día a los maestros de vida, llámese entrenador, familiar o amigo.

@PatyPenia

JJ/I