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Inaugura ensayo de su obra en Tiro al Blanco

Exposición. El ensayo dialoga sobre la automatización, uno de los grandes cuestionamientos de su obra, en el que ha citado, por ejemplo, a Leonardo Da Vinci. (Foto: Cortesía)

Como un ensayo de los últimos cinco años de creación, el artista mexicano Santiago Merino, uno de los mayores exponentes de la pintura expandida del país, regresa a Guadalajara después de haber expuesto en un espacio de la ciudad en 2012. Se trata de la muestra Tenía una línea, enteramente una línea, que se inauguró este viernes por la noche en la galería de arte contemporáneo Tiro al Blanco.

No se trata de una retrospectiva de su obra sino, como lo describió él mismo en entrevista con NTR: de un ensayo sobre los últimos hallazgos técnicos y críticos de sus procesos creativos y sus soportes.

En la sala temporal de su obra, el cuadro más reciente es de 2018, Neuma, que a su vez se vincula con Cosmos en repetición, un lienzo hecho con sellos que manipula para “repetir la abstracción”, que en ese gesto se vuelve figurativa. Seguido está un mural de más de 7 metros por 3 que hizo en 2015 in situ cuando se apropió de la firma de un artista callejero de la Ciudad de México cuya disección se volvió, también, una nueva abstracción que hizo con rodillos y una jeringa gigante que expulsaba tinta china. Ahora tiene una intervención basada en teoría del color.

“Todos se comunican, uno es el cosmos, otro es el alma, la arquitectura del ser y el ser en sí mismo, el ego”, contó. “Todo esto se comunica entre sí como la totalidad de estar existiendo en este momento y en este universo. Lo veo como algo totalmente existencialista”, explicó.

Fue Merino quien hizo la curaduría de la muestra. Para él la creación finalmente termina diciendo algo diferente dependiendo del lugar de exposición como si fueran parte de una misma línea.

El ensayo dialoga sobre la automatización, uno de los grandes cuestionamientos de su obra, en el que ha citado, por ejemplo, a Leonardo Da Vinci, quien comenzaba a crear un dibujo dejando que fluyera lo que sea que sintiera en ese instante de creación una composición formal del accidente por la conexión de mente y cuerpo, algo que los surrealistas después llamaron dibujos en automatización.

“Casi todo lo que está aquí es sin pensar en el resultado. Todas las obras tienen de uno a tres años de tiempo de composición y creación. Tiene que hacer un descanso entre decisiones y soluciones”, contó. “En algún momento yo dejé de pintar con pigmentos, brochas y pinceles, a veces con playos que tienen colores industriales, que vienen de la fábrica y que provocan veladuras en los lienzos… en una transición de la pintura a no pintar usando materiales con color… comencé a pintar hace más de 20 años, cuando a la pintura no le hacían caso, y había una especie de competencia con el arte conceptual y el minimalismo contra la pintura, la manera en la que llegas a una situación en la que yo estoy, es por no quitar el dedo del renglón y seguir pintando, trabajar continuamente, luego te lleva a estos materiales y a estos elementos que dan la pauta para emplazar el pigmento sobre una superficie y que si no estuvieras trabajando noche a noche y mes con mes por años, no te los encuentras”, compartió.

Después de varios años para el artista, el proceso tiene que ver con encontrar formas de hacerse nuevas preguntas y de ir naturalmente a la resolución de las mismas.

ASISTE

La exhibición estará expuesta en la sala alrededor de tres meses. La entrada es libre. La galería tiene un horario de martes a sábado de 11 a 19 horas

SOBRE EL ARTISTA

Santiago Merino (1973), originario de Ciudad de México, cuenta con estudios en diferentes instituciones como la Escola d’Arts Aplicades i d’ Oficis Artistics de Barcelona, La Llotja Escola Massana Centre d’Arti i Disseny en Barcelona, España y la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, en la capital del país.

El trabajo de Merino se distingue por una exploración del campo de lo pictórico por medio de soluciones bidimensionales, tridimensionales o como ejercicios de intervención para un sitio específico. Ha expuesto en espacios como Hospitalet en Barcelona, España, la Galería Hakim, en México DF (1996); Topografías, el Museo Ex Teresa Arte Actual, la Galería Zazu en San Diego California y en la Galería Valencia Gallery #140 en San Francisco, por mencionar sólo algunas. Alejandra Carrillo

JJ/I