Carrington y el Sol: 160 años

Durante la mañana del jueves 1 de septiembre, al tomar mi observación habitual de las formas y posiciones de las manchas solares, se presenció una aparición que creo que es extremadamente rara

R.C. Carrington, Monthly notices of the royal astronomical society, Vol. 20, 1859, p. 13

En una época cuando la humanidad iniciaba trabajos sistemáticos para entender la naturaleza del funcionamiento del Sol y no dependía de artilugios electrónicos (el electrón sería descubierto hasta 1897) también se empezaba a esclarecer la relación entre sus períodos de actividad y fenómenos de diversa índole en la Tierra. Un hijo de cervecero cuya fortuna le permitió -a pesar de colaborar como astrónomo aficionado en el Observatorio Astronómico de la Durham University- establecer el suyo propio muy bien equipado en Redhill, Surrey al sur de Londres, las habilidades desarrolladas en el observatorio universitario le permitieron hacer con las observaciones del propio un catálogo de 3 mil 735 estrellas circumpolares, trabajo que le valió a Richard Christopher Carrington (1826-1875) recibir la Medalla de Oro de la Royal Astronomical Society en 1859.

De manchas solares

Esclarecido el ciclo de las manchas solares por las investigaciones del farmacéutico y astrónomo aficionado Samuel Heinrich Schwabe (1789-1875) publicadas y enriquecidas por Alexander von Humboldt (1769-1858) y las del suizo Johan R. Wolf (1816-1893), más lo advertido por el astrónomo escocés John Lamont (1805-1879) sobre la variabilidad del campo magnético de la Tierra en una periodicidad similar a la determinada por Wolf (11.11 años), Carrington al hacer muy cuidadosas observaciones de las manchas solares, además de descubrir la rotación diferencial del Sol, no es igual la rapidez de desplazamiento de las manchas cercanas a los polos que las cercanas al ecuador solar, fue el primero en registrar una llamarada solar el 1 de septiembre de 1859 durante la gran tormenta solar ahora conocida como “evento Carrington”.

@durrutydealba

da/i