INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Mi día sin mujeres 

El lunes 9 de marzo se llevó a cabo el paro nacional de mujeres en México, convocado a través de redes sociales como #UnDíaSinMujeres. 

Muchos se han concentrado en el impacto económico que tuvo o podría haber tenido el paro, dado que las mujeres constituyen 47 por ciento de la fuerza laboral de nuestro país. Pero creo que es todavía más importante valorar el impacto cultural que tuvo el paro, particularmente para nosotros los hombres. 

Simular la ausencia de las mujeres es un ejercicio poderoso para reflexionar sobre cómo son y cómo deberían ser las dinámicas entre hombres y mujeres en distintos ámbitos sociales. 

Relato algunas de las reflexiones que me hice en distintos momentos de ese día al enfrentarme a la ausencia de las mujeres en mi casa, mi oficina y en las calles. 

Mi primera reflexión tiene que ver con el rol de las mujeres en el cuidado y educación de los hijos pequeños. El lunes mi única opción fue llevarme a mi hijo de casi 2 años a la oficina y encargarme de él la mayor parte del día, sin poder ser productivo en mi trabajo. No había mamá, no había nana, no había maestras y no había abuelas o tías para pedirles el favor. 

Aquí hay varios roles a valorar. El de mi esposa porque, aunque me jacto de que somos una pareja moderna en la que nos distribuimos equitativamente las tareas, la realidad es que ella carga con la mayor parte. El argumento que supuestamente justifica esto es que mi trabajo tiene prioridad porque es el que provee un ingreso más estable, pero ¿qué tanto este argumento limita que ella pueda desarrollar más sus aspiraciones profesionales? Las mujeres en México con una jornada laboral de 20 horas o más dedican 42.8 horas adicionales a la semana en labores domésticas, frente a sólo 16.8 de los hombres en la misma condición. 

La situación es todavía más difícil para las mujeres trabajadoras con hijos. Aunque 96 por ciento de las mujeres con hijos son laboralmente activas, más de la tercera parte lo hace en el sector informal sin protecciones sociales y una de cada 10 sufre discriminación por su condición de madre, lo que incluye despidos o reducciones salariales. 

¿A dónde lleva una mujer a sus hijos cuándo tiene que trabajar? El 55 por ciento de los niños son cuidados por sus abuelas; 16 por ciento se queda en guarderías, atendidas en su gran mayoría por mujeres. El resto de los niños se quedan al cuidado de otra persona, familiar o no. A veces este trabajo de nanas lo cubren las trabajadoras del hogar. En México, una de cada 10 mujeres que realizan actividades económicas es trabajadora del hogar y 90 por ciento de ellas no cuenta con los derechos laborales más básicos: seguro médico, vacaciones, aguinaldo, horarios fijos, descanso semanal y retribución digna. 

En resumen, sin mujeres se derrumba la estructura de cuidado y educación de los niños pequeños. Cosas en las que podemos trabajar como sociedad más equitativa: que las empresas den facilidades a empleados, mujeres u hombres, para el cuidado de los hijos; apoyos sociales a quienes deciden cuidarlos en casa; incrementar opciones de guarderías; y dignificar el trabajo tan importante de las trabajadoras del hogar. 

La siguiente ausencia más notoria de mujeres en mi contexto personal fue la de mi socia y mis compañeras de trabajo. Tengo la suerte de compartir la sociedad de la empresa con una mujer que ha construido un liderazgo profesional no sin muchas dificultades a lo largo de su vida. La realidad es que apenas 26 por ciento de los puestos directivos en México son ocupados por mujeres y apenas 6 por ciento de las empresas tienen mujeres ocupando puestos en consejos de administración. Nuestra empresa no puede funcionar sin mi socia y la mayoría de las empresas en México funcionan a medias por no contar con mujeres en la toma de decisiones. 

En nuestra empresa tratamos de pagar en función de los méritos, sean mujeres u hombres, pero la realidad es que México tiene la peor brecha salarial de Latinoamérica entre mujeres y hombres. En promedio, los hombres ganan 16 por ciento más que las mujeres. 

Muchas reflexiones todavía por digerir. Hay que seguir hablando de esto. 

Twitter: @ortegarance 

jl/I