INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Democracia y Covid-19

No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana 

Byung-Chul Han 

 

El mundo después de la pandemia del Covid-19 no será el mismo; de hecho, el presente ya es una nueva realidad que marca nuestra conducta individual y social. Los estragos del aislamiento y el distanciamiento sociales se están rubricando, en mayor o menor grado, en nuestras emociones, pasiones y contemplaciones. La pandemia afecta en lo económico, social, profiláctico y político. Con respecto a este último, la ya de por sí deteriorada democracia en el mundo se ha visto amenazada en varios países, tanto con democracias consolidadas como en construcción, ya no se diga en países no democráticos. 

Todos los gobiernos del mundo se han visto desafiados por la pandemia. Algunos de ellos considerados como democráticos y más competentes para administrar sus efectos negativos se vieron rebasados al no tomar las medidas adecuadas. ¿Se pudiera afirmar que países menos democráticos fueron más eficientes para tomar decisiones autoritarias para controlar los contagios? ¿Cómo se ve afectada la democracia durante la pandemia y cuáles serán las consecuencias una vez que salgamos de ella? 

Los gobiernos, en todos sus órdenes, se activan a partir de procesos políticos complejos, determinados por sus regímenes políticos moldeados a partir del contexto de un federalismo confuso y una polarización producto de posiciones ideológicas de líderes mesiánicos, con proyectos de largo alcance (pero con decisiones inmediatas y precipitadas), para hacer frente a la pandemia y al estado de su sistema de salud, su capacidad hospitalaria y la fortaleza de sus instituciones democráticas. 

China y Corea del Sur son claros ejemplos de países con control eficiente de la pandemia: la primera con medidas draconianas y la segunda a partir de la aplicación de una gran cantidad de pruebas para detectar, aislar y tratar de forma efectiva a pacientes positivos al virus. A otros países, como Rusia, Turquía y Venezuela les cae “como anillo al dedo” se aprovechan para socavar las instituciones democráticas fundamentales de sus naciones: sistema judicial, prensa libre, sociedad civil, legislatura autónoma. 

La organización no gubernamental Feedom House recién publicó un estudio titulado Democracia en el encierro. El impacto del Covid-19 en la lucha global por la libertad. El trabajo es el resultado de la aplicación de entrevistar a 398 periodistas, trabajadores de la sociedad civil, activistas, expertos e investigaciones en 192 países con intención de examinar la situación de la democracia durante la pandemia. 

El estudio respalda con firmeza la hipótesis de que la pandemia de Covid-19 está agravando los 14 años de disminución consecutiva de la libertad y concluye que “no sólo se ha debilitado en 80 países, sino que el problema es particularmente agudo en las democracias en lucha y en los Estados altamente represivos”. Esto es, los países con defensas débiles con el abuso del poder son quienes más padecen las limitaciones a sus libertades. El trabajo observa la amplitud y profundidad del asalto a la democracia. 

Con relación a México, la publicación afirma que “las autoridades tienen poca visión para enfrentar esta crisis humanitaria y económica”. En días pasados, Amnistía Internacional denunció que al menos mil 320 trabajadores de la salud han muerto en México, “la cifra más alta conocida para cualquier país”, a pesar de que el gobierno asegura que los trabajadores de hospitales cuentan con todo el equipo de protección necesario. 

[email protected]

jl/I