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Ríndanse ante el rey de Champions

(INCREÍBLE. Karim Benzema festeja el gol que marcaría la diferencia ante el Mánchester City. Foto: Cortesía EFE)

Cuando Pep Guardiola tumbaba la épica madridista con una superioridad incontestable. En un duelo que sintió sentenciado el Mánchester City con el tanto de Mahrez, el Real Madrid de los imposibles protagonizó una nueva remontada para la historia, con un doblete en un minuto del tiempo añadido de Rodrygo y el tanto de penalti de Karim Benzema en la prórroga, para acceder a la Final de París tras la última noche mágica de una Champions inolvidable para el Santiago Bernabéu. 

No es solo épica. Es corazón, es fe en sus posibilidades hasta el último suspiro. Es futbol. Es la herencia de un gen único, un ADN especial que se transmite de generación en generación. Sin Casemiro, Kroos ni Modric ya en el campo. Con un puñado de jóvenes sin miedos y a los que no pesa el escudo, el Real Madrid impuso su historia cuando lo tenía todo perdido. El único equipo del mundo capaz de repetir remontada en cada eliminatoria hasta la Final. Realizando un nuevo giro de tuerca con dos tantos en el tiempo añadido cuando parecía sentenciado. 

En una Champions en la que se asomó en varias ocasiones al abismo, Ancelotti sintió que un tanto del City era la sentencia definitiva. En el intercambio de golpes, en la locura del Etihad, nunca vio a su equipo superior. Y se protegió de inicio. Pese a jugar en un Bernabéu encendido como nunca, su plan fue Fede Valverde para llegar con vida al momento decisivo de la eliminatoria, el último cuarto. 

Si cada eliminatoria europea se divide en cuatro partes, solo hay un equipo del mundo que le sirva ganar una y ser superado en las tres restantes. Y ese fue el plan de Carletto, que plantó un bloque bajo y un excesivo respeto a un City con una identidad definida. 

EL DERROTADO

Representa Pep un estilo que suele dañar al Real Madrid y que ha logrado inculcar en un equipo inglés. Lo vivió como futbolista en el Barcelona y lo sembró como técnico en una época difícil de igualar. Desde ahí su reto es ganar la Champions con otro club y una vez más se quedó en el camino. 

Para derrotar a ese estilo Guardiola no basta con corazón, que le sobra al Real Madrid, se le debe añadir un futbol de calidad aderezado con acierto en la definición. Y de eso, que exhibió en el Etihad, careció el equipo de Ancelotti hasta el último suspiro de una segunda parte en la que protagonizó el cambio de identidad esperado. 

Había llegado el momento marcado en el plan. Salió del vestuario a morder. No había acierto, pero el panorama ya había cambiado. El City mascaba el miedo. Había despertado la fiera.  

Era el momento de manejar todos los registros, poner freno a las estampidas blancas con pérdidas de tiempo que fueron enfriando el duelo. Fue cuando Ancelotti recurrió a su plan b, como tenía planificado, con la entrada de Rodrygo. El salvador ante el Chelsea, en racha goleadora, dejaría un momento imborrable para el resto de su carrera.  

Antes, el Real Madrid se tambaleó con el paso al 4-3-3 que le costaba un tanto del rival que parecía decisivo cuando Mahrez venció a Courtois.  

Cuando parecía que no había espacio para el milagro. Un Real Madrid sin sus tres intocables del centro del campo, sustituidos, exhibió orgullo hasta el final y levantó la eliminatoria en el tiempo añadido.   

En un minuto mágico Rodrygo lanzó dos zarpazos para la historia, apareciendo con hambre al pase de Karim y cabeceando a la escuadra un centro de Carvajal. 

En ese escenario ya nadie puede con un Real Madrid sobrado en el físico y en un carácter competitivo inigualable. La segunda en la prórroga Benzema fue derribado por Rubén Dias, que llegó tarde y cometió penalti. No perdonó el máximo goleador de la Champions. El milagro ya era realidad. Cuatro años después se reencuentra con el Liverpool en la Liga de Campeones de las remontadas imposibles.

Será la tercera vez en una Final

El Liverpool y el Real Madrid se enfrentarán por tercera vez en una Final, tras eliminar en Semifinales a Villarreal y Mánchester City, respectivamente. 

Los Reds y los blancos pugnaron por el título en París en 1981 y en Kiev en 2018. La primera vez ganó el cuadro inglés por 1-0 y le devolvió la moneda el equipo español la segunda por 3-1. 

El 27 de mayo de 1981 un gol de Alan Kennedy a los 82 minutos desequilibró la Final a favor de los hombres que dirigía Bob Paisley ante el denominado Real Madrid de los García que entrenaba el yugoslavo Vujadin Boskov. 

Y el 26 de mayo de 2018, en el Olímpico de Kiev, el cuadro del francés Zinedine Zidane logró su tercer título consecutivo y el decimotercero de su historia, con un triunfo por 3-1 sobre el bloque que dirigía el germano Jurgen Klopp. Cortesía EFE 

RESULTADO  

  • Real Madrid* 3-1 M. City  

(*) Avanza 6-5 a la Final  

jl/I