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El marginado Norte de Jalisco y los retos de su centro universitario

(Foto: Twitter @rvillanueval)

Ha llegado la hora de los centros regionales. El Centro Universitario del Norte, ubicado en Colotlán, fue el primero en emitir su informe anual ante el rector general Ricardo Villanueva Lomelí; pero este día se realizan los informes del Centro Universitario de Tonalá y el Centro Universitario de Los Altos, en Tepatitlán.

Cada uno refleja realidades diferentes porque el desarrollo diverge de región a región, sin embargo, hay retos comunes: infraestructura, ampliación de oferta educativa específica, mayor matrícula.

El caso de la zona Norte es singular porque no solo da servicios a los jaliscienses, que apenas suman unos cien mil moradores (las colonias Oblatos, San Andrés y Santa Cecilia, tres de las más antiguas de la Guadalajara popular, igualan juntas ese número), sino a muchos zacatecanos, nayaritas y duranguenses, al ser una región de fronteras, y además, de fronteras mal definidas. Es también la demarcación con mayor marginación social, la cual se concentra -y no es ninguna sorpresa- en la zona indígena wixárika (huichol).

Uriel Nuño Gutiérrez, rector de ese centro, por eso destacó la apertura de la licenciatura en Educación Indígena, la modernización de sus instalaciones para generar energías limpias y el aumento en el número de investigadores.

“Promover el acceso a los servicios educativos de los sectores de la población en situación de vulnerabilidad y rezago social cobra un valor determinante para garantizar el derecho a una educación inclusiva y de calidad”, explicó.

Nuño Gutiérrez resaltó que en el último año la deserción escolar disminuyó 37 por ciento con respecto a 2020, cuando el campus reportó su índice más bajo. Además, subrayó que 100 por ciento de los programas de pregrado evaluables han sido reconocidos por su calidad; mientras que seis maestrías forman parte del Sistema Nacional de Posgrados del Conacyt.

El año pasado se abrió la licenciatura en Educación Indígena, un programa único en su tipo que registró un ingreso de 54 estudiantes wixárikas en su primera convocatoria, dijo.

En cuanto a investigadores, Nuño Gutiérrez señaló que durante la convocatoria 2022 se sumaron nueve profesores al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), alcanzando un total de 26 miembros registrados en este patrón, un número histórico.

Para contribuir al cuidado del medio ambiente y con recursos generados por el ahorro de electricidad en 2021, el CUNorte instaló dos sistemas fotovoltaicos para suministrar energía a la red de bombeo de agua, además de que se crearon iniciativas como el proyecto “Red de captación de aguas pluviales y reutilización de aguas tratadas”.

Como retos del plantel, mencionó que trabajarán en la ampliación y diversificación de la oferta educativa con nuevos programas de pregrado y posgrado: una especialización en Enfermería, una maestría y dos doctorados. Así como el rediseño de la licenciatura en Turismo para lanzar un programa actualizado que incluya una visión alternativa y cultural con la vinculación comunitaria, a fin de potenciar el turismo regional.

Adelantó que se prevé trabajar en la construcción de un Centro de valoración de residuos y la quinta etapa de la Red de captación de aguas pluviales y reutilización de aguas tratadas.

Previo al informe de actividades, fue inaugurada la exposición La creación del mundo, una obra del artista wixárika José Benítez, quien no pudo completar la totalidad de su obra, pero que fue concluida por su hijo, el también artista Fidencio Benítez y que formará parte del patrimonio cultural de esta Casa de Estudio.

Se trata de una obra de 21 paneles de arte wixárika que forman parte de una trilogía pensada por José Benítez antes de su muerte, por lo que el rector general de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, planteó nombrar a la biblioteca del CUNorte en honor de este artista.

EH