INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

¿Cerco mediático?

Es imposible escuchar a todos los aspirantes a puestos de elección en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). Tan sólo en los dos municipios más importantes de la ZMG hay 27 candidatos a las alcaldías, 14 a la capital del estado y 13 a Zapopan; más los postulantes a las diputaciones locales. 

En más de dos ocasiones he escuchado decir a los integrantes de los equipos de campaña de distintos candidatos señalar la existencia de un “cerco mediático” en torno a los aspirantes. Y sobre este tema hablé con colegas periodistas y editores de otros periódicos, me interesaba probar mi hipótesis de que no existe tal cerco mediático. 

Mis colegas me aseguran que sus medios impresos no tienen ningún bloqueo sobre los candidatos. 

Y aquí tampoco hay tal cerco mediático. Lo que sucede es que la aspirada equidad en la cobertura de las campañas no es posible, aunque así lo desee y fomente el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Jalisco. ¿Por qué? 

Porque el ecosistema de medios de comunicación desde 2015 en la Zona Metropolitana de Guadalajara ha sufrido severas crisis económicas y la extinción de impresos como La Jornada Jalisco, Proceso Jalisco y Más por Más. 

La crisis ha dejado a los medios con el personal indispensable para las coberturas diarias, reporteros multifuentes con una gran saturación de trabajo y una lamentable precariedad laboral. A esto hay que sumarle la falta de espacio, en este caso papel. Incluso algunos medios han reducido sus oficinas físicas por falta de recursos. 

Esta crisis económica de los medios también se agravó con la pandemia y con la presión económica que ejercen sobre la prensa tanto el gobierno de Jalisco como el gobierno federal, que han reducido sensiblemente sus pautas publicitarias. 

Y bueno, esta crisis dificulta que un medio pueda destinar un reportero o reportera a cada candidato, serían 14 reporteros tan sólo para Guadalajara. La mayoría de los medios desgraciadamente sólo han conseguido realizar cobertura a los candidatos punteros, dos o tres aspirantes. 

El resto de los candidatos se tiene que conformar con que los medios publiquen sus comunicados de prensa o repliquen sus publicaciones en redes sociales. 

Uno de los esfuerzos realizados por algunos medios fue organizar debates con los candidatos a las alcaldías, en alguno sí se invitó a todos los aspirantes, y en otros, no, sólo a los punteros. Pero debates de los aspirantes a diputados no he visto. 

Por su parte, el IEPC ha estado realizando debates con todos los aspirantes a puestos de elección, lo cual es una herramienta para que los ciudadanos puedan conocer las propuestas de cada uno. 

Otro aspecto que también dificulta la cobertura es la calidad del trabajo de comunicación de los equipos de campaña, con encargados o encargadas de prensa que envían boletines informativos sin datos o con apenas dos párrafos de extensión. También, muchos y muchas de ellos, desinteresados en la cobertura de sus candidatos, no responden a las peticiones de entrevistas, dejan en visto los mensajes de los reporteros. O tratan a la prensa de manera displicente. Todo esto se suma a que en los medios sólo veamos a unos y no a otros. 

Ahora los ciudadanos contamos con las redes sociales para informarnos sobre las propuestas de los distintos representantes de partidos políticos. Pero también hay que ver a las redes como entes que manipulan a los usuarios, como ya lo demostró Cambridge Analytics durante el periodo electoral de 2016 en el que resultó electo Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Cambridge Analytics habría utilizado los datos de los usuarios de Facebook para influir en los resultados electorales a favor de Trump. 

De este escándalo ahora tenemos en Facebook, el descargo de responsabilidad de las publicaciones de temas sociales o políticos, que como usuarios nos permiten saber quién está pagando los anuncios de los candidatos que aparecen en nuestra línea de tiempo. 

En resumidas cuentas, no existe tal cerco mediático sino la precariedad de unos medios de comunicación que, disminuidos en su capacidad de cobertura y recursos hacen, por lo general, el trabajo más de decoroso que les permite su realidad. 

[email protected]

jl/I