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Samuel García al no cumplir con las formalidades habría provocado crisis de gobernabilidad

(Foto: Cuartoscuro)

De acuerdo con las palabras del profesor de Derecho Constitucional de la UNAM, Francisco Burgoa, el caso de Nuevo León se volvió complejo a partir de que Samuel García quisiera imponer su voluntad y a un gobernador interino de su equipo y de su partido.

En el caso de la Nuevo León, la solución es clara, porque su constitución contempla que en caso de que un gobernador constitucional pida licencia por más de 30 días (Y Samuel García la pidió por seis meses), el Congreso tiene la facultad de nombrar a un gobernador interino siempre y cuando se cumplan con los requisitos constitucionales.

En la actual crisis, tanto el Tribunal Electoral como la Suprema Corte determinaron que el Congreso tenía la competencia de hacer el nombramiento del gobernador interino, siempre y cuando cumpliera con los requisitos y alcanzara los consensos necesarios, que no es lo mismo que la unanimidad.

Uno de los argumentos que esgrimía Samuel García es que esa no era la voluntad popular, porque “a mí me votaron 786 mil ciudadanos”, y sí tiene una legitimación democrática directa, pero los diputados también cuentan con esta misma legitimidad, “más aún, por ellos votaron 1.2 millones de ciudadanos. Votaron más por los diputados que por Samuel García”.

“Y tanto el poder ejecutivo como el legislativo cuentan con legitimación. De ahí que si Samuel García, que fue incapaz de llegar a un diálogo con el Congreso para buscar un perfil en el que sí alcanzarán la unanimidad, no había ninguna obligación del Congreso de Nuevo León de llegar a ese punto. El Congreso nombra a Luis Enrique Orozco como gobernador interino y eso no le gustó a Samuel García”.

El nombramiento surtió efecto a partir del primer segundo del sábado 2 de diciembre, pero una hora después se acerca Javier Navarro, con el gobernador interino para decirle que Samuel García iba a reasumir sus funciones y aquí las palabras y las horas son importantes, según refirió el constitucionalista, porque en este tipo de actos es necesario tener seguridad jurídica.

Si Samuel García dice que “reasume” sus funciones, significa que es consciente de que había dejado el cargo e iba volver a tomarlo. Pero sí es así, no puede reasumir a través de una publicación en el periódico oficial, del que él ya no dispone, ese acuerdo y las siguientes publicaciones son inválidas porque él no es el gobernador cuando los emite, explica Burgoa.

Todo eso se hubiera solucionado si Samuel García hubiera acatado la resolución del Congreso de Nuevo León. Eso de que los congresos nombran a alguien del mismo partido no es verdad, en el reciente caso de Puebla, cuando murió Martha Erika la gobernadora, se nombró a un interino del PRI y no del PAN, recordó el experto.

Samuel García tendría que haber presentado un aviso por escrito al Congreso para que le revoque el nombramiento al gobernador interino, que es una formalidad que es muy importante.

El Congreso de Nuevo León tiene una sesión de pleno el lunes 4 de diciembre a las 11 de la mañana, para intentar solucionar esta crisis institucional.

GR