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El 'Ídolo inmortal', Pedro Infante en la memoria de los mexicanos

(Fotos: Notimex)

A 60 años de su muerte, Pedro Infante es un caso único en el firmamento artístico de México y América Latina, pues aunque es una figura que sobresalió en el milenio pasado, en el presente sigue teniendo repercusión como fenómeno social.

Le llaman el Ídolo inmortal porque después de él no ha existido otro que se le compare. Al fallecer el 15 de abril de 1957, a través de un accidente en avioneta, el actor y cantante se convirtió en el mito, en la leyenda y en el icono del fanatismo.

“Pedro Infante murió a los 39 años en la cúspide de su carrera. Fue un hombre de talento histriónico poco común, un verdadero polifacético. Lo mismo interpretó en cine a un carpintero, que a un sacerdote, un motociclista, un millonario o a un indio en dramas y comedia”, afirmó el sociólogo Baltazar Gómez Pérez.

En la misma época surgieron artistas como Jorge Negrete, Pedro Armendáriz, Luis Aguilar y Arturo de Córdova, pero ninguno como Infante.

 “El Ídolo de Guamúchil llegó a destacar justo en el momento que América Latina y México aún estaban sentidos por la guerra y, precisamente, cuando se expandió el cine mexicano hacia toda Latinoamérica, por lo que tener estrellas de su tipo, del charro mexicano, consolidaba la identidad nacional”, resaltó.

En películas como Pablo y Carolina (1957), Los Gavilanes (1956), Cuidado con el amor (1954), El mil amores (1954) y Dos tipos de cuidado (1953), entre otras, se le hace fama de mujeriego, pero también se le expone como el tipo de hombre ideal.

Aunque en la actualidad existen grandes representantes de la música vernácula como Vicente Fernández, Alejandro Fernández y Pedro Fernández, Baltazar Gómez considera que ninguno logrará trascender como lo hizo el llamado Ídolo de México.

A lo largo de su trayectoria, Pedro Infante participó en más de 60 títulos cinematográficos y, de acuerdo con el catedrático desde hace 28 años en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no existe adolescente que ignore algo de él, aunque sea un dato sencillo.

“Por más millennials que sean los jóvenes, a cualquiera le impacta cuando Pepe el Toro llora por la muerte de su hijo, El Torito. La manera en que actúa es tan fantástica que logra conmover”, dijo.

 “A la fecha, no hay barrio, no hay pueblo y no hay fiesta que no cante Las mañanitas con Pedro Infante”, quien en conmemoración del 60 aniversario de su muerte, será recordado por sus seguidores a través de diversos eventos y actividades en su natal Sinaloa y en el Panteón Jardín de esta ciudad.

GT