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Persiste el riesgo en Guadalajara

APRENDIZAJE. Valdivia Ornelas considera que tras las explosiones en el sector Reforma, se ha tomado conciencia para prevenir riesgos. (Foto: Alfonso Hernández)

Lecciones no aprendidas. Si bien las descargas de combustible a drenajes y colectores, que ocasionaron el desastre de hace 27 años en el sector Reforma, con 212 muertos y miles de damnificados por el estallido del colector intermedio oriente, están hoy “bajo control”, Guadalajara crece tan mal que es una conurbación más riesgosa que en el pasado.

No duda en decirlo a El Diario NTR Guadalajara uno de los mayores expertos en riesgo de esta comunidad, el geógrafo Luis Valdivia Ornelas, quien preside un equipo de investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) que fue contratado por el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) para elaborar el mapa de riesgos que sería el fundamento del sistema de resiliencia, es decir, el desarrollo de la capacidad de la metrópolis para hacer frente a riesgos y desastres.

El problema es que ese contrato no resistió el cambio de administración y ahora está en pausa.

Valdivia Ornelas encuentra urgente aumentar el conocimiento, sobre todo del subsuelo metropolitano, y en gestión, dejar de fragmentar el territorio en los órdenes municipales y adoptar una visión metropolitana que proteja las zonas esenciales para la resiliencia y el riesgo de desastres en aspectos tan diversos como hundimientos, sismos, agrietamientos, deslizamientos, inundaciones y contaminación del aire y del agua.

Sobre todo, encuentra esencial reducir la inequidad: “Los problemas de riesgo también son de pobreza y exclusión”, porque, indica, eso remite a la calidad del territorio disponible, el modo de su ocupación, la infraestructura y los servicios.

NTR. ¿Qué hemos aprendido del 22 de abril?

Luis Valdivia Ornelas (LVO). Sin duda hemos tomado conciencia de la importancia de prevenir el riesgo, sobre todo en áreas urbanas, donde se manejan una gran cantidad de procesos y se pueden convertir en amenazas; desafortunadamente, en el tema del riesgo no se ha incorporado de manera clara y tangible a los procesos de decisión para el crecimiento urbano, todavía no da directrices, delimitaciones y criterios para saber dónde y cómo urbanizar.

NTR. La ciudad incorporó infraestructura, creció, se modernizó, ¿realmente la infraestructura cubre características necesarias?

LVO. En el caso de hidrocarburos, los grandes centros de almacenamiento, lo que fue la Nogalera y hoy es San Juan de Ocotán, sí incorporaron algunas normas, criterios y procedimientos en manejo de riesgos, pero no sucedió en centros más pequeños o negocios donde se manejan productos peligrosos, allí no hay un esquema muy claro de manejo. Tampoco hay una caracterización de los fenómenos peligrosos de manera integral, no están todavía plasmados como insumos para incorporar el ordenamiento de zonas urbanas; algunos temas tecnológicos sí, pero por ejemplo, el tema de las pipas que distribuyen gas y sus riesgos, ha traído problemas importantes por lo complejo que es para el sistema de movilidad urbana y no ha quedado muy claro todavía en la parte normativa. Y en el tema de los fenómenos naturales peligrosos hay un rezago muy importante, porque no se han incorporado criterios de zonificación de riesgos sísmicos, por ejemplo; en el tema de inundaciones no se ha podido abordar de forma integral el modo de cómo hacerle frente (…) ha habido intentos, atlas de riesgos municipales, pero no de carácter integral como demanda la zona metropolitana. No debemos olvidar que el riesgo natural hace sinergia con el tecnológico. Tenemos además el tema del cambio climático, el de la ciudad resiliente para que se recupere de eventos fortuitos, (pero) todavía falta trecho para una ciudad así, tiene que ver con pobreza, marginación, abandono, falta de infraestructura y de mantenimiento, es decir, cómo construir una ciudad con más equidad, una ciudad menos desigual.

NTR. El desastre del 22 de abril fue por descargas de sustancias peligrosas a colectores, ¿ese factor en particular ya está resuelto?

LVO. Yo considero que sí, hubo un gran avance, se dieron cuenta del tamaño del riesgo por fugas y descontroles de vertidos, y hay monitoreos, pero se necesita también un programa de gestión de carácter integral; es una ciudad tan grande y compleja, necesita visión de conjunto, un fenómeno, insisto, puede desencadenar otro.

REDENSIFICACIÓN A CIEGAS

Valdivia Ornelas refiere los riesgos de la prisa por redensificar la ciudad, y en contrapartida, la necesidad de integrar las áreas dispersas por 30 años de urbanización desbocada.

NTR. Lo de ahora es redensificar, como se está haciendo, ¿eso trae riesgos agregados?

LVO.  Tenemos allí un problema muy serio, el de usos mezclados en el mismo territorio. Es cosa compleja (…) y debería ser considerado en las políticas de redensificación. Los sistemas de colectores de la ciudad están rebasados y se debe redimensionar la infraestructura: todo lo que pasa en el subsuelo repercute en la superficie, hay que actualizar el sistema de colectores, es tema que debe ser prioritario en la agenda de los políticos.

NTR. En el caso del gas doméstico hay un mito de que los gasoductos son riesgosos, ¿no es más riesgoso el tema de las pipas?

LVO. Todo el tema de crear nuevas redes debe ir acompañado de un estudio muy claro de subsuelo, y no se hace o sólo hasta donde se alcanza a cubrir requisitos; no conocemos muy bien el subsuelo de Guadalajara, hay zonas rellenadas de escombro, de basura; hay zonas donde hay mantos freáticos, el subsuelo es muy característico por la presencia de pómez y las pómez tienen un fenómeno muy rápido de compactación. Si existe esa meta, se deberían hacer estudios muy específicos del subsuelo, ligarlos al tema sísmico, pero no se hacen esos estudios; por eso la gente de repente piensa que es más riesgoso tener ductos de gas que tener decenas de pipas circulando por las calles de la ciudad.

NTR. Si debe abordarse el estudio a fondo del subsuelo, ¿por qué no lo hemos hecho?

LVO. No sé, pero somos muy reacios a estudiar el subsuelo y la geología, y son temas vitales para Guadalajara. No sé si sea cultural o la falta de profesionales en esta área; en la ciudad no hay gente especialista en cuestiones geológicas, geofísicas y en geohidrología apenas hay un esfuerzo de generar cuadros. Son temas complejos y difíciles, pero se deben atacar porque el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) sigue engullendo paisajes de características muy complejas como la cuenca de El Ahogado, la zona de Las Rusias (Tlaquepaque), el valle de Tesistán, donde se requieren especialistas que ayuden a entender el efecto de los cambios que trae la urbanización; entonces, las decisiones son producto de estudios técnicos insuficientes o erróneos y eso genera que los fenómeno peligrosos se vuelvan más difíciles. Se necesita una política de gestión integral de riesgos, pues estos no respetan límites municipales. Con una evaluación puntual y la suma de los fenómenos y su interacción, se puede crear una política clara de gestión del riesgo que sirva para entrar al tema de la resiliencia. Si no tenemos información, estamos decidiendo mal o de forma deficiente.

Riesgos crecientes y mal estudiados

  •  La contaminación del agua del subsuelo: “Sabemos que hay zonas de contaminación por vertidos o por relleno de escombro y basura en partes altas; sabemos que hay contaminación en el manto somero; sabemos que hay abatimiento de pozos en Tesistán”
  •  Hay estudios fragmentarios del subsuelo: “En La Primavera hicimos un estudio detallado; tenemos bien trabajada la Barranca, la parte norte de Zapopan, una buena información del aeropuerto, o de la zona de Chapala; ya hay entradas de información y a partir de allí se puede hacer el estudio integral”
  •  El valle de Atemajac, el asiento de la ciudad vieja, está poco estudiado. Aunque “el suelo es muy reciente, hablamos que son suelos de menos de 100 mil años, y donde hay al lado una estructura volcánica como La Primavera, es más esencial (el estudio)”
  •  Los estudios geohidrológicos son “insumos para tomar decisiones sobre el tipo de obras hidráulicas; en Colomos y Arroyo Seco, ya hay información a semidetalle que puede apoyar el diseño de obras. Tenemos bien caracterizada la zona de grietas de Tesistán y el perímetro de La Primavera”
  • También se ha integrado información sobre el cambio climático: “Es una agenda que ya debe abordarse porque el fenómeno está cambiando muchas condiciones naturales para la ciudad”
  • En el AMG “hay casas debajo de líneas de alta tensión o que invaden zonas de márgenes de cauces, modifican cauces, se asientan en zonas bajas de lechos de cuerpos de agua, represas, en las laderas de los cerros. A veces es tan obvia la cosa que es difícil explicar por qué se permitió, pero es obvio que es la especulación inmobiliaria la que ha regido el crecimiento de la ciudad”

Fuente: Luis Valdivia Ornelas, investigador de la UdeG y especialista en riesgos

“Si no tenemos información, estamos decidiendo mal o de forma deficiente”

Luis Valdivia Ornelas, geográfo

NÚMERARLIA

  • 212 muertos dejaron las explosiones del 22 de abril de 1992
  • 69 desaparecidos
  • Mil 470 lesionados
  • 8 kilómetros de calles fueron destruidos
  • Mil 142 casas resultaron con daños
  • 450 comercios
  • 100 centros escolares
  • 600 vehículos 

Fuente: Universidad de Guadalajara

Para no olvidar

Hoy, en el vigésimo séptimo aniversario de la tragedia, se conmemorarán los hechos con la realización de una ceremonia religiosa. Tendrá lugar a las 10 horas en la Capilla 22 de Abril, ubicada en la calle Gante 631, en el barrio de Analco

QUE NO SE REPITA. Ante lo ocurrido hace 27 años, Núñez Orozco espera que Pemex ya no realice descargas irregulares.
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 “Pemex siempre arrojó residuos” y el colector tronó

Óscar Núñez Orozco es un empresario con una larga carrera en la construcción de la ciudad. Su especialidad son las cimbras metálicas (armazón que sostiene provisionalmente el peso de un arco, bóveda o cualquier otra estructura, durante el proceso de construcción de la misma), lo que lo involucró con los proyectos de colectores que se hicieron desde los años 60 hasta la fecha. La explosión del sector Reforma, que cumple hoy 27 años, se debió a una serie de circunstancias desafortunadas que coincidieron, según confía a NTR.

A comienzos de 1992, “interrumpieron el paso del colector del río San Juan de Dios con unos tubos de PBC o de concreto chiquitos y empezaron a escarbar el sifón, porque iban a hacer la Línea 2 del Tren Ligero. Pasaba muy poca agua allí, en época de secas. Pero no consideraron que aguas arriba, la planta de Pemex de La Nogalera, siempre, durante todos los años, había arrojado sus sobrantes, el cochinero de residuos, hacia el colector, pero no pasaba nada porque corría el agua (…) el combustible llegaba a la estación, si ellos traían diésel por el ducto, echaban agua para limpiar la gasolina que habían traído antes y esos residuos los guardaban en tanques de 5 a 10 millones de litros; cuando se rebasaba, simplemente lo metían al colector y lo mandaban a la Barranca por el San Juan de Dios. Pero hubo problema porque estaba cortado; el río San Juan de Dios estaba tapado en Javier Mina”.

Nadie lo previó. “Se hizo el sifón, aventaron toda la mugre los de Pemex y huele y huele y huele, gas, gasolina, o lo que huele el infierno. Entonces, el 21 de abril fueron los bomberos por los malos olores y fueron los que dijeron que se echara agua para disipar el olor; entonces, lo poco que había de gasolina, de combustible, quedó arriba (por ser más ligera que el agua), se llenaron los colectores, salió gas… pasó un camión o lo que quieras que eche una chispa y pum, tronó”.

- ¿Fue un error echar agua?

- No fue error, fue una cosa que querían (…) es decir, no sabían lo que estaban haciendo, no sabían el panorama, ahora yo lo cuento, pero mucho después si juntamos muchos elementos, nadie supo nada, nadie lo pensó.

- Pero en el gobierno del estado, ¿no sabían que Pemex arrojaba desechos?

- Lo que pasa es que se sabía, pero no sucedía nada, corría todo por el río que estaba libre, pero tronó porque se puso ese obstáculo de los sifones. Un litro de gasolina te puede volar a 10 metros de altura, el colector estaba con 3 metros de arena amarilla abajo, era una fuerza de la explosión que solamente se explica con esos residuos que arrojó Pemex.

- ¿Por qué no supo el gobierno del estado o los enterados del tema?

- Por pendejos (…) en 100 años preguntarán, ¿qué pasó, el infierno, un castigo de Dios?… No, fue por pendejos, es muy simple.

- ¿Usted a qué se dedicaba?

- Yo metía las cimbras metálicas en todos los colectores, por eso me di cuenta. Tengo un taller todavía.

- ¿Usted detectó algo?

- Nadie nos dimos cuenta de lo que podía pasar con ese sifón, nadie lo analizamos, aquí se analizan hasta que ya ocurrieron las cosas. Es la triste verdad.

HUBO “CHIVOS EXPIATORIOS”

Como el gobierno de Carlos Salinas de Gortari no quiso responsabilizar a la paraestatal, “metieron a una serie de funcionarios como chivos expiatorios (…) pero era claro que nada hubiera pasado aun con sifón. Si Petróleos Mexicanos no hiciera esas descargas de residuos en los colectores. Ya pasó el tiempo y los soltaron porque ellos no tenían la culpa. Pemex fue responsable porque no tenía por qué arrojar residuos allí, eso es fundamental, fue una pendejada de Pemex. No sé si realmente aprendieron: se supone no tira ya residuos al drenaje, pero quién sabe, hoy está en El Salto, tal vez allá esté ese infierno o tal vez sí hacen las cosas bien allá”.

Núñez Orozco sugiere no bajar la guardia: “Hay muchas cosas que no sabemos cómo se descargan, habría que analizar. Debe haber muchas sorpresas, residuos de talleres, de hospitales… pero lo cierto es que los diablos ya están en El Salto, el infierno cambió de domicilio”.

“Pemex fue responsable porque no tenía por qué arrojar residuos allí, eso es fundamental, fue una pendejada de Pemex. No sé si realmente aprendieron: se supone no tira ya residuos al drenaje”

Óscar Núñez Orozco, empresario

Piden abrir proceso para la comisión de la verdad

Después de que en febrero el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Alfonso Hernández Barrón, hiciera un llamado al Ejecutivo estatal para que integre una “comisión de la verdad” sobre las explosiones del 22 de abril de 1992, organizaciones de víctimas pidieron que ésta se conforme mediante una convocatoria abierta y se contemple la inclusión de especialistas.

Mediante un comunicado firmado por el Comité de Derechos Humanos 22 de Abril, Abril en Guadalajara AC, Grupo de Discapacitados en Solidaridad AC, así como por la Red Jalisciense de Derechos Humanos, las asociaciones calificaron como “asombrosa e inesperada” la petición del ombudsman y pidieron la comisión se centre en “dilucidar qué fue lo que ocurrió exactamente aquel día, quiénes fueron los responsables y evaluar si todos los daños les fueron reparados a las víctimas”.

Una tarea que, recordaron, emprendieron en 2017 desde la sociedad civil, cuando se impulsó la creación de una figura similar que, entonces, se integró por personas que quedaron lesionadas a raíz de las explosiones, académicos de diversas áreas y activistas.

Las organizaciones solicitaron que la conformación de la comisión de la verdad se dé mediante “una convocatoria y un programa incluyente que no deje fuera a las víctimas y sobrevivientes de la tragedia”, que se tome en cuenta a los integrantes de la comisión de la verdad integrada previamente, que en las indagatorias se consideren las pruebas presentadas en juicios civiles por el caso y que se levanten las reservas que pesan sobre el archivo oficial del Patronato de Auxilio e Indemnización.

“Durante 27 años el sistema gobernante se ha negado sistemáticamente a reconocer su grave responsabilidad en los actos criminales que llevaron al ‘miércoles negro’, y una parte de las víctimas se ha resignado a recibir dádivas a través del Fideicomiso de Asistencia Social (Fiass)”, recriminaron en el documento.
Darío Pereira

JJ/I