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Regular a las redes sociales

El debate generado por la ley de regulación de las redes sociales se ha mantenido a lo largo de la última quincena del mes. 

Ricardo Monreal presentará la iniciativa y la fracción parlamentaria de Morena la propondrá para el debate parlamentario. De acuerdo con quienes la postulan, la iniciativa de ley no pretende censurar ni la libertad de expresión ni restringir el uso de las redes, sino reglamentar al capital que está detrás de las redes, como son Twitter y Facebook, principalmente. 

Uno se pregunta, ¿quién puede arrogarse la facultad para regular, vetar, sancionar lo que en las redes sociales se expresa o afirma?, ¿qué instituciones podrían establecer sanciones a ciertos abusos que se generan dentro de las redes y con qué criterios? 

Una cosa es la información falsa y otra, vetar la información que a criterio de algunos personajes e instituciones puede ser inconveniente, así como dar espacio a las opiniones o puntos de vista diversos a los que plantean autoridades de gobierno e instituciones públicas. 

De acuerdo con la propuesta, sería el Instituto Federal de Telecomunicaciones la institución a cargo de hacer viables las resoluciones que se aprueben y la autoridad competente para establecer criterios y sanciones a quienes no las acaten. 

La propuesta en sí misma ha desatado polémica, ya que en las mismas redes sociales que pretende regular comenzaron a plantearse críticas respecto de que la iniciativa es arbitraria, apresurada y constituye una clara amenaza de censura. Críticos de la propuesta, como Luis Fernando García, director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, consideran “que se trata de un mecanismo de censura encubierta mediante el cual el Estado exige a sitios en Internet censurar expresiones en línea bajo conceptos vagos como ‘noticias falsas’, ‘mensajes de odio’ y que ‘se protejan los datos personales” (Animal Político 09/02/2021) 

Eventos recientes como la incitación a la protesta violenta en el Capitolio de los Estados Unidos, alentada por el ex presidente Donald Trump, hacen pensar que las redes sociales permiten todo tipo de manipulación, y que realmente es necesario limitar su uso o al menos regular ciertas informaciones que desde ahí circulan. Pero restringir la interacción en las redes, establecer criterios y sanciones, aunque pareciera necesario, tendría claras implicaciones y riesgos significativos en la libertad de expresión, acceso a la información y procuración de justicia, que resultarían a todas luces contrarios a lo que hoy es nuestra experiencia en el uso abierto de dichas redes. 

Aunque la iniciativa está lista para proponer su debate y aprobación, el senador Monreal aseguró que no la presentará hasta que recoja e incluya el contenido de las discusiones que se generen sobre la iniciativa propuesta. Ojalá que realmente cumpla con su promesa de integrar aspectos no considerados por él y su fracción parlamentaria, a fin de que lo que se debata y apruebe rescate el sentido de lo que es un derecho básico de nuestro tiempo y sea lo más incluyente que se pueda. También importa recoger los debates y las mejores iniciativas internacionales sobre el tema, ya que es un asunto que tiene alcance planetario. 

Más que acelerar regulaciones o peor, proponer restricciones, sería muy conveniente alentar el debate en todo el país, recoger lo que los usuarios piensan sobre lo que ha potenciado el uso de las redes sociales, más en un contexto en que las interacciones cara a cara se han visto limitadas. 

*Profesor investigador del ITESO 

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