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Los López amparándose
Porque nos la quitaron
La crisis global y local provocada por el Covid-19 nos ha traído un término nuevo: infodemia.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó a mediados de febrero que “no sólo luchamos contra una epidemia, sino también contra una infodemia”, refiriéndose a las noticias falsas que “se propagan más rápido y más fácilmente que el virus”.
La propia OMS la define como “una cantidad excesiva de información –en algunos casos correcta, en otros no– que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan”.
El notable periodista australiano John Zarocostas publicó en The Lancet, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, sobre la infodemia.
Argumentó que en febrero se subieron 361 millones de videos en YouTube relacionados al concepto Covid-19. Otro dato es que en marzo se hicieron 550 millones de tuits que incluyen los términos coronavirus, Covid-19 o pandemia.
La cascada de información viene de todas las fuentes posibles: medios de comunicación tradicionales, gobiernos de distintos niveles, científicos, académicos y por supuesto de cualquiera que tenga acceso a redes sociales.
Ello ha traído toda clase de bulos que gente sin espíritu crítico reproduce alegremente.
Es una convención que la primera fuente de información es la oficial, a saber, la que viene de la autoridad pertinente.
Sin embargo, tras casi medio año de comunicación de la pandemia es un hecho que a nivel federal y estatal han caído en diversas contradicciones entre ellos y consigo mismos. También en omisiones de información. Ello fomenta, sin duda, un mar de desinformación que calificaría como infodemia oficial.
Recuerdan cuando el cubrebocas no era necesario, según el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien sólo pudimos verle uno puesto cuando fue a Estados Unidos. De regreso a México sigue haciendo apariciones en lugares públicos sin portarlo.
Por otro lado, nuestro estado lleva un conteo muy distinto al de la Federación de los contagios del nuevo coronavirus, porque el gobernador Enrique Alfaro interpretó que se debían hacer todas las pruebas posibles, mientras que el subsecretario Hugo López-Gatell considera esto poco eficiente.
El acumulado de Radar Jalisco cuenta a 19 mil 310 casos hasta el 13 de julio y el que se reporta en la plataforma federal es de apenas 9 mil 327. ¡Ni la mitad!
O el hecho de que se habilitó a nivel federal una plataforma de datos abiertos para que investigadores académicos, personal especializado y cualquier interesado pudiera sacar sus propias interpretaciones. Tan loable iniciativa de Conacyt no ha sido correspondida por los gobiernos locales sin explicar razones. Tirios y troyanos han pedido que la autoridad sanitaria estatal pueda identificar con los números de Radar Jalisco diversos indicadores (como la ocupación hospitalaria, por mencionar uno) para que todos podamos tener datos útiles en la toma de decisiones.
En otros ámbitos, la práctica de desarrollar campañas de desprestigio contra opositores o periodistas con granjas de bots o personas que realizan esa práctica con presupuesto público. Esto ha sido documentado en Jalisco con la triada de empresas relacionadas a Alfaro expuesto en la serie #ComunicaciónDorada de NTR o en CDMX lo revelado por Signa Lab alrededor de Notimex.
Esto no es exclusivo de Morena o de MC. Ayer Proceso publicó que el PRI en el Estado de México retomó una estrategia de automatización para inflar tendencias en Twitter para respaldar al gobernador Alfredo del Mazo.
Eso, claro, también es infodemia. Maldita infodemia oficial.
Twitter: @cabanillas75
jl/I