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Defendamos Jalisco… del crimen y la violencia

Once albañiles, un prominente empresario, un ex gobernador, tres hermanos y una larga lista de desconocidos y otra más de desaparecidos es el terrorífico inventario que presenta Jalisco en los meses recientes. El clima social que se vive en nuestro estado a un mes de la elección es de dolor y desconsuelo. 

Aquí, los asesinatos son democráticos e incluyentes, no distinguen condición social, política o económica, es igual para todas y todos. En nuestro estado da lo mismo tener una profesión u oficio decente, vender droga, dedicarse a la industria inmobiliaria o estudiar. Este fin de semana nos quedó más claro que nunca que la matanza no “es entre ellos”, que la tragedia puede llegar a cualquier hogar si los verdaderos dueños del estado así lo deciden. 

El asesinato de los hermanos González Moreno es la gota que derramó el vaso, un recipiente que lleva muchos años llenándose y que ya comienza a desbordarse. La brutalidad con la que José Alberto, Luis Ángel y Ana Karen fueron levantados, torturados y privados de la existencia nos coloca –a todas, a todos– en una posición sumamente vulnerable, estamos indefensos y abandonados a nuestra suerte. 

En Jalisco la vida pública no existe, está secuestrada por el crimen organizado, por el miedo y el terror. Nuestra casa está siendo demolida por organizaciones que no acatan reglas, no siguen códigos comunes y no se sujetan a la endeble vida institucional que –siendo honestos– está plagada de corrupción e inmoralidad. Desde Guadalajara, donde vivo, no se advierte quién pueda atender nuestros lamentos y nuestro dolor. 

El presidente de la República mantiene una pelea permanente con sus molinos de viento, no ha podido y no ha querido darle su justa dimensión a la tragedia diaria que vive el país en materia de violencia e inseguridad. Cuando le tocan el tema se voltea para otro lado y acusa a sus adversarios, a los medios de comunicación, a los académicos y a los gobiernos del pasado. Una suerte parecida corremos en Jalisco. El gobernador minimiza los hechos, evita hablar del tema y cuando lo hace les echa la culpa a las administraciones pasadas y al gobierno federal. Lo dramático de todo esto es que los dos –el presidente y el gobernador– están apresados en esta fatídica novela y nosotros con ellos. De los gobiernos municipales qué podemos decir... todos están infiltrados, maniatados y manipulados por los cárteles de las drogas. 

El terror descrito en las páginas de esta historia no es desahogo ni ganancia a río revuelto: tiene cifras, rostros, nombres; números que representan vidas o, mejor dicho, muertes. De acuerdo con investigadores del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, el nivel de masacres cometidas en Jalisco podría ser hasta 43 veces mayor al de Estados Unidos. Según esta misma investigación, de enero a marzo de 2021 se registraron 75 víctimas de masacres en Jalisco, mientras que en Estados Unidos se registraron 79, considerando la población, la tasa de víctimas en Jalisco es 37.5 veces que la de EUA. 

Antier la Universidad de Guadalajara convocó a una marcha por la paz y la justicia. El rector, funcionarios y miles de personas y estudiantes salieron a las calles a pedir, a suplicar, a gritar y a exigir seguridad a los gobiernos de todos los niveles. A cuatro semanas de las elecciones más les vale a todos los partidos y candidatos que contienden en Jalisco que consideren como prioridad la agenda de seguridad y hagan a un lado la mezquindad electoral. De lo contrario, el destino nos va a alcanzar a todos, como ya lo hizo con José Alberto, Luis Ángel y Ana Karen. Defendamos Jalisco, sí, pero del crimen y la violencia. 

Twitter: @cronopio91

jl/I