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Sin obstáculo, venta ilegal de medicinas

UBICACIÓN. Para conseguir medicamentos en la zona del Santuario no es necesario entrar a los negocios, pues hay vendedores en la calle que facilitan las operaciones. (Foto: Archivo NTR)

Aunque en años anteriores se realizaron operativos del Municipio y el estado para inhibirla, la venta clandestina de medicamentos en la zona de El Santuario, en Guadalajara, continúa.

En las confluencias de las calles Juan Manuel, Santa Mónica, Pedro Loza y demás vialidades cercanas se encuentra de todo. Medicamentos que requieren receta médica se venden sin ella y otros que son controlados y actualmente escasean a nivel nacional se hallan sin problema.

En la venta participan jóvenes que, en bicicleta o en moto, se mueven ágilmente para llevar al cliente el fármaco necesario, incluso hasta las puertas de su automóvil para que no tenga que descender.

Tras un recorrido por la zona, NTR pudo saber que los medicamentos se almacenan en pequeñas farmacias cuyas vitrinas exhiben más productos de higiene y limpieza personal que medicinas, así como en casas aledañas. Pero para preguntar por el fármaco que se requiere no es necesario entrar a las farmacias, pues hay vendedores en la calle que, tras conocer lo que se necesita, hacen llamadas para consultar precios.

En la zona es difícil que no haya lo que se necesita y es fácil saltarse restricciones. Por ejemplo, sin receta médica se pueden conseguir medicamentos controlados como clonazepam, escaso actualmente en todo el país.

Según los vendedores, entre las sustancias más solicitadas están aquellas para la disfunción eréctil, como el sildenafil o cialis. Ambos se pueden hallar en presentaciones de tres pastillas de 100 miligramos hasta por 30 pesos.

¿QUÉ SE HA HECHO?

Las últimas acciones contra la comercialización de medicinas en la zona del Santuario datan de 2020.

El 24 de agosto de ese año, la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Jalisco (Coprisjal) realizó ocho visitas de verificación a farmacias ubicadas en el barrio tradicional y suspendió la actividad de una de ellas. Ahí se aseguraron diversas piezas de medicamentos caducos.

En las acciones también participó el Municipio, el cual revisó 19 establecimientos, de los cuales clausuró 14 por operar con irregularidades.

Casi dos meses después, el 17 de octubre, el Municipio realizó un nuevo operativo y clausuró siete farmacias más por incumplir el reglamento municipal.

NTR consultó hace una semana a la administración municipal actual y a la Coprisjal para conocer las acciones que han realizado ante la problemática, pero hasta el cierre de esta edición no respondió ninguna instancia.

OMISIONES DAN PIE A LA VENTA

El investigador e integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Rubén Ortega Montes consideró que la venta clandestina de medicinas en la zona del Santuario continúa por una combinación de omisiones y corruptelas por parte de los tres niveles de gobierno.

“Deberían estar coordinados para erradicar de fondo el problema; en esa zona podemos ver cómo puede pasar una patrulla de la Policía de Guadalajara y nadie se asusta y la venta sigue”, reprobó el especialista, quien añadió que hay una omisión grave de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Ayuntamiento de Guadalajara.

“Los operativos se dejaron de hacer y nadie dice nada, hay omisiones graves y corruptelas, ambas de la mano. También el departamento de Inspección y Vigilancia del ayuntamiento debería estar constantemente checando esas farmacias disfrazadas”.

Cuestionado sobre el origen de lo que se vende en las inmediaciones, apuntó que podría obtenerse del robo de fármacos en el sector salud público.

Sobre la calidad de las medicinas del punto, señaló que podría tratarse de medicamentos falsos que son vendidos como fármacos originales, lo que es muy peligroso, pues sus dosis y registros estarían en entredicho.

Zona ya no es emblema; “la gente mejor se fue”

El barrio tradicional del Santuario ha perdido su brillo y, además, enfrenta un despoblamiento, señaló un habitante de la zona que por motivos de seguridad pidió permanecer en el anonimato.

“Mira, esta zona que ha sido emblemática dejó de serlo, muchos vecinos y locatarios se fueron por dos razones: la primera, la invasión de estas personas que se la pasan consumiendo droga y tomando alcohol en la calle y nadie les dice nada; son violentos y acaparan las aceras, se adueñaron de los lugares de estacionamiento y eso fue y sigue siendo un severo problema”, dijo en entrevista.

En segundo, añadió, la mafia “se apoderó de varias viviendas y, entre ambos fenómenos, la gente mejor se fue. Locatarios de años como las carnes asadas Rubén, tronaron". Redacción

Sin datos nuevos

Ni el Municipio tapatío ni la Coprisjal respondieron a NTR al preguntarles qué acciones han llevado a cabo ante la venta clandestina de medicamentos en los alrededores del Santuario.

jl/I