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Ven falta de datos sobre plaguicidas

Y ES PRÁCTICA FRECUENTE. En el estudio se recuerda que la mezcla de productos plaguicidas incrementa la toxicidad. Foto: Cuartoscuro/Archivo

En los campos de agave de Jalisco los trabajadores agrícolas enfrentan la constante exposición a plaguicidas, y aunque reconocen su peligrosidad, eso no se traduce en prácticas seguras. De hecho, les falta información al respecto.  

Un estudio con 62 productores reveló que su percepción del riesgo depende del nivel educativo, la experiencia y la exposición previa; sin embargo, también se encontró que el 21 por ciento reportó síntomas de intoxicación como mareos, vómito o dificultad para respirar. Además, se identificaron padecimientos crónicos como hipertensión, diabetes y cáncer, efectos asociados al uso frecuente de plaguicidas como el malatión y el clorpirifós.

Lo anterior lo revela la investigación Percepciones del riesgo a la salud por uso de plaguicidas y su relación con el riesgo potencial a la salud en trabajadores del sector agavero del estado de Jalisco, México, tesis profesional de Vianey Candelaria Samaniego para obtener el grado de maestra en Ciencias de la Salud Ambiental.

El documento recuerda que el uso de plaguicidas ha sido históricamente normalizado como una práctica necesaria para asegurar las cosechas, así como que con el auge del cultivo de agave entre 2015 y 2020 se intensificó, cuando más personas se involucraron en esta actividad sin contar con conocimientos técnicos sobre su manejo ni sobre los efectos negativos del monocultivo, como el empobrecimiento del suelo o la proliferación de plagas.

El estudio destaca que el 13 por ciento de los trabajadores no puede leer o comprender las etiquetas de seguridad de los productos, mientras que el 27 por ciento dijo desconocer las principales vías de absorción de los plaguicidas en el cuerpo.

Además, apunta que el 66 por ciento de los productores dijo usar algún tipo de protección; sin embargo, éste se limitó a prendas básicas como sombreros, mangas largas o botas, sin incluir elementos esenciales como guantes, mascarillas o gafas.

Asimismo, se puntualiza que la mezcla de productos, práctica frecuente entre los trabajadores, incrementa la toxicidad sin que necesariamente se perciba mayor peligro.

Al final la investigación concluye que para prevenir intoxicaciones y enfermedades ocupacionales no basta con advertir sobre los riesgos.

FR-jl/I