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FAO urge a mantener lucha 'vs.' el hambre

MÁS HAMBRE. En los últimos años aumentó el número de personas en situación de inseguridad alimentaria en el mundo. (Foto: Grisel Pajarito)

La emergencia de gobiernos de corte populista en muchos lugares de América Latina, así como en Estados Unidos y otras naciones del mundo, es un reto creciente por la tendencia al aislamiento internacional que normalmente desarrollan esos regímenes, lo cual debilitará la lucha contra el hambre, que va al alza, y contra el cambio climático, que condiciona fuertemente el futuro, sobre todo de los habitantes más pobres del planeta.

Así lo sostiene el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), el brasileño Crispim Moreira, quien estuvo hace unas semanas en Guadalajara para apoyar el esfuerzo de un grupo de alcaldesas que pretenden crear una red de trabajo con académicos de diversas instancias de investigación. El funcionario de la agencia multinacional encuentra necesario mantener vivos los lazos de México con su región para impulsar soluciones a estos problemas. De ello conversó con NTR.

-¿Cómo ve esta emergencia de gobernantes populistas, nacionalistas?

-Nosotros en el sistema de Naciones Unidas vemos una crisis y vemos la necesidad de enfrentar el fenómeno al alza de mucho unilateralismo; el sistema de ONU traía una prueba de que es posible que los países, si tienen una agenda global común, pueden proteger un bien común, el planeta Tierra; proteger las personas, las comunidades, que nadie quede atrás en el desarrollo sostenible, pero en este momento, nosotros en América Latina, en Europa, vemos una crisis en la capacidad de los países actuales de sumar en un pensamiento multilateral para promocionar la paz a través de la cooperación para el desarrollo.

No obstante, añade: “En la FAO tenemos una muy buena experiencia con México. Tenemos un proyecto muy exitoso que se llama Mesoamérica sin Hambre, le llamamos cooperación sur-sur triangular (…) México, con los saberes y conocimientos de los mexicanos producidos con Senasica, Inapesca, (los comparte) con los países hermanos de Centroamérica, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua. Es un proyecto que tiene tres años, donde los mexicanos, por ejemplo, aportan cisternas y tecnologías de agua, los comedores escolares, etcétera. Entonces, aunque hay una crisis, también tenemos muy buenos ejemplos que pueden ser replicados”.

En la FAO “tendremos el próximo año la conferencia regional para América Latina y el Caribe, seguro que nosotros vamos a confirmar a los países miembros una de las prioridades que promociona la cooperación sur-sur, triangular, y ese ejemplo que tiene México a través de Amexcid (Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo), del ministerio de Relaciones Exteriores, es un ejemplo para otros países, muy reconocido y que tiene efectos muy concretos. O sea, un país hermano preocupado con el desarrollo y cooperar para compartir; nosotros sabemos que a veces países pequeños no tienen condiciones para financiar investigación y México felizmente tiene un sistema público de investigación, de universidades, que están en el ranking de las 50 ó 20 mejores y entregan investigación y enseñanza y vinculación, y eso con los mexicanos y la experiencia de FAO, es que hay una posibilidad de promover una agenda de cooperación”.

El reto de la población

  •  Se espera que en 2050 sean 9 mil millones de habitantes en la Tierra, casi 2 mil millones más que ahora
  •  Hay necesidad de duplicar la producción de alimentos; la FAO considera que si se incrementa sólo 60%, pero se reduce la pérdida de biodiversidad y se reduce el desperdicio, se logra resolver el problema cuantitativo
  •  Los procesos de sequía y desertificación ocasionarán la pérdida de superficie productiva, lo que demanda un trabajo para detener su degradación y preservar esos espacios

“Hace dos o tres años sumábamos 755 millones de personas en esa situación (con hambre) y ahora sumamos 835 millones”

Crispim Moreira, representante de la FAO

EL HAMBRE REPUNTA

- ¿Hay hambre al alza en el mundo?

- El último informe que la FAO pública, llamado Estado mundial de la seguridad alimentaria, demostró que lastimosamente aumentó el número de personas en situación de inseguridad alimentaria en el mundo. Venimos de un decenio en que se estaba reduciendo y en los últimos años se revirtió la tendencia; hace dos o tres años sumábamos 755 millones de personas en esa situación y ahora sumamos 835 millones. Tres factores determinaron estos últimos tres años ese aumento: el primero es el tema de los cambios climáticos, sequías, inundaciones, los efectos en la producción de alimentos, consumo, bienestar de las personas; segundo, la violencia: conflictos sociales y conflictos en los territorios; y tercero, el decrecimiento económico, muchas economías deprimidas, estados sin condiciones de producir políticas públicas tendientes a garantizar el derecho humano a la alimentación, y claro, personas, grupos sociales, comunidades, pueblos indígenas, pequeños productores, campesinos, sin condiciones para reunir activos productivos, condiciones como tierra, agua, precios justos para remunerar sus trabajos, o sea, para sus necesidades dignas diarias.

AGRICULTURA. La FAO resalta el modelo de las milpas mexicanas.
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La organización sostiene que mantener las culturas productivas tradicionales son parte de la respuesta al desafío.

“La FAO recomienda a los países que es clave reforzar la agricultura tradicional, que le llamamos agricultura familiar; la agricultura vía familia a baja escala, en pequeñas propiedades, de forma policultural. México tiene el ejemplo de las milpas, es una agricultura que en muchos países representa 70 por ciento de las unidades productivas y 80 por ciento de los alimentos del mercado interno (…) las grandes potencias agrícolas son sustentables porque tienen agricultura familiar y no son grandes extensiones de tierras, son pequeñas propiedades; hay países en que esto es marcado, como en Brasil, con los dos modelos: agricultura familiar que produce 80 por ciento del mercado interno, la canasta básica alimentaria nacional, genera empleos, cuida de la tierra, protege los medios de vida, los sistemas productivos, y una agricultura comercial que está vocacionada para producir la comida común, la de exportación”.

Muchos países “logran coexistir en esos dos modelos de agricultura, pero en este momento la FAO hace un esfuerzo para recomendar hacer una transición ecológica, o sea, aunque los países y las sociedades hacen coexistir agriculturas, es importante que los Estados logren regular ese sistema de producción, de un lado, fortalecer y crear posibilidad de que esa agricultura en pequeña escala pueda generar empleos, cuidar de la tierra y garantizar soberanía alimentaria, y al mismo tiempo, regulando un negocio alimentario de exportación, para que ese mismo negocio pueda adoptar medidas ecológicas sustentables, para que igual que los modelos de pequeña escala también proteja el agua, la tierra, adoptar tecnologías de conservación, de respeto y protección de biodiversidad, de restauración de tierras degradadas”. La meta es que hacia 2030 se arribe a una agricultura en general más sustentable que la que impera ahora.

- ¿Estamos a tiempo con el cambio climático?, me refiero, ¿cuáles serían los pronósticos de cómo el cambio climático va a impactar la producción alimentaria?

- Estamos delante de una catástrofe. La FAO es un organismo de las Naciones Unidas que asesora y apoya a los países miembros a entregar sus compromisos sobre todo del acuerdo de París, las obligaciones nacionales; hemos subrayado que es necesario acelerar los mecanismos y el financiamiento público para dar respuesta inmediata, cada día son más intensos y en cantidad, en número de ocurrencias, las sequías, las inundaciones. Un problema más grave es que justamente los más pobres son los que sufren más los efectos del cambio climático. Entonces la FAO asesora a los países a desarrollar políticas públicas, instrumentos, para proteger los sistemas de vida de centenas de millones de campesinos que están amenazados frente a los efectos de los cambios climáticos; lastimosamente los más pobres, los pequeños, están sufriendo, pagando más caro, este problema.

JJ/I