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Miembros del movimiento parista del CUCSH reclaman “represión”

(Foto: Especial)

Los integrantes del movimiento estudiantil opuesto al cambio de sede del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de La Normal a Los Belenes denunciaron hoy haber sufrido una presunta represión a manos de fuerzas de seguridad privadas de la Universidad de Guadalajara y del gobierno municipal de Zapopan, mientras repartían panfletos afuera del Centro Cultural Universitario.

A cinco días de haber liberado las instalaciones de La Normal, sin que se conozcan los acuerdos que se tomaron con las autoridades del centro universitario que encabeza Juan Manuel Durán, han hecho público en redes sociales un comunicado por hechos acaecidos el pasado sábado 3 de junio, en las instalaciones del Centro Cultural Universitario.

Ese día “nos encontrábamos volanteando en las afueras del Festival Internacional de Cine de Guadalajara a fin de comunicarle a la sociedad nuestras preocupaciones respecto al cambio de sede de nuestro centro de estudios y la violencia institucional que ha ejercido la Universidad de Guadalajara sobre quiénes pensamos diferente […] mientras realizábamos el volanteo, una guardia de seguridad le arrebató a una de nuestras compañeras un volante. Posteriormente, nos dirigimos a la zona de la biblioteca y cineteca para informar a la población nuestras preocupaciones a través del volanteo. Sin embargo, cuando lo hacíamos un guardia nos comentó que ‘por órdenes de arriba’ no podíamos volantear ahí (estábamos a las afueras de la biblioteca), y luego comenzaron a llegar más y más guardias de la empresa Centurión Seguridad Privada, aproximadamente seis”.

Debido a ello, “nos regresamos a las afueras del auditorio Telmex, donde algunos compañeros intentaron entrar al festival como actividad recreativa. A uno de nuestros compañeros le negaron el acceso justificando la negativa porque tenía flores, por lo que el compañero se regresó a encargarnos las flores al resto de los miembros. Luego, al regresar, le negaron la entrada mientras que con mucha insistencia la guardia gritaba que revisaran a nuestro compañero a quién ya habían ubicado como parte de los que estábamos volanteando, la compañera que asistía con él, fue tomada con agresividad del brazo, y luego llegaron cuatro o cinco policías municipales de Zapopan que les gritaron agresivamente, por lo que el compañero corrió a dar aviso a los demás mientras los policías gritaban...”.

Una activista que no es identificada, “fue agarrada con mucha fuerza del brazo, y posteriormente fue tomada del cuello, en donde presenta un rasguño de 4 cms aproximadamente. Las personas que no planeaban entrar al festival nos estábamos retirando, por lo que el compañero nos gritó para avisar que lo estaban deteniendo y luego corrió hacia el resto por ayuda. Al llegar con el resto de integrantes del movimiento, la policía lo tomaba agresivamente del cuello y le exigía con prepotencia que se tirara al suelo”.

Como se comenzó a documentar el hecho, la policía advirtió “que dejáramos de grabar y que nos decían que nos llevarían detenidos a nosotros también mientras nos empujaban y jaloneaban. A uno de nuestros compañeros, lo sujetaron del brazo porque estaba grabando y le amenazaron agresivamente con que también lo llevarían detenido mientras era empujado y continuaban los intentos por sujetarlo para detenerlo”.

Posteriormente, “la compañera y el compañero detenidos arbitrariamente fueron aislados del resto mientras eran interrogados. El resto de los miembros grababa y documentaba la situación mientras eran amenazados entre empujones con que también serían arrestados. No se nos daba ninguna razón de por qué se llevaban a nuestros compañeros. Una policía femenina empujó a otra compañera en reiteradas ocasiones. En ningún momento se nos explicó porque había detenido a nuestros compañeros y sólo se hacía mención de un reporte interno”. Después de varios minutos “se comunicaron entre ellos, refirieron el ‘código 8587’ y se nos permitió retirarnos”.

El Movimiento CUCSH No se Mueve reclama cinco puntos:

1. Que nuestras carreras no sean movidas a la periferia de la ciudad en Belenes pues nos implicaría mayores gastos en transporte y vivienda.

2. Que las instalaciones de nuestro centro universitario La Normal sean rehabilitadas ante el abandono de las autoridades.

3. Transporte universitario gratuito y seguro para la comunidad de trabajadores y estudiantes.

4. Seguridad y financiamiento para viajes extracurriculares.

5. Entre otras sentidas demandas de la comunidad estudiantil, no sólo de nuestro centro, sino de toda la red universitaria.

En conclusión: “...dejamos constancia de la escalada represiva en la violencia institucional de la Universidad de Guadalajara y el grupo burgués universitario que controla nuestro centro de estudios”.

EH