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Estudiantes crean brazo robótico

DESARROLLO. La extremidad fue creada en una impresora 3D con filamentos plásticos; además de contar con sensores que permiten su funcionamiento. (Foto: Mónika Neufeld)

Estudiantes de nivel secundaria y preparatoria del Colegio SuBiré crearon una prótesis robótica para el brazo izquierdo de Johana Gabriela Alcantar, una de sus compañeras en la institución, quien nació sin esta extremidad.

Johana, quien apenas cursa la primaria a sus 11 años de edad, contó cómo esta prótesis la ha beneficiado, al permitirle hacer movimientos básicos, tales como tomar cosas de mayor dimensión con la mano.

“Me conocieron de un encuentro de escoltas de SuBiré e Icum, que es cuando el profesor Julio me propuso la idea del proyecto. Él invitó a algunos estudiantes de prepa y secundaria, con quienes empecé a hacer viajes a León para comenzar con el trabajo de la prótesis”, relató.

Actualmente, Johana tiene 15 días con la prótesis, la cual señala, le permite equilibrar el peso de uso en ambos brazos y para esto, ha trabajado con distintos ejercicios que le permiten ejercitar los músculos del brazo izquierdo.

“Antes daba todo el peso a la mano derecha y dejaba poco a la izquierda. Tenía una prótesis, pero esta es más ligera y tiene mayor movilidad en los dedos. Me siento muy orgullosa de los chicos, ya que ellos hicieron todo lo posible para que me sintiera cómoda y segura, pues incluso en los viajes a León, hicimos muy buena conexión”, dijo.

Además, no descartó la idea de seguir el ejemplo de sus compañeros y entrar al mundo de la robótica.

El proceso

Melissa Icaza y Juan Pablo Contreras son parte de los 11 jóvenes (cinco de preparatoria y seis de secundaria) que construyeron la prótesis, la cual, les llevó un proceso de elaboración de alrededor de dos meses y medio.

“Primero fuimos a León, que fue donde conocimos a Johana y al equipo con el que trabajamos. Ahí le preguntamos todo lo que a ella le gustaría que tuviera el brazo, ya fuera desde colores, se tomaron medidas, incomodidades y sobre eso fuimos trabajando. Prácticamente Johana construyó su brazo, nosotros sólo hicimos el trabajo”, mencionó Juan Pablo.

La extremidad fue creada en una impresora 3D con filamentos plásticos; además de contar con microcontroladores y sensores que permiten su funcionamiento.

“Tiene un microcontrolador que toma las señales del sensor bioeléctrico, ya que como Johana nació sin su brazo, no pudimos hacer conexiones neurológicas, por lo que tiene que ser con la fuerza de su brazo”, explicó Melissa Icaza.

Por su parte, Gerardo Pérez, profesor de robótica en SuBiré a nivel secundaria, detalló el proceso con el equipo y con la joven, el cual les dejó grandes aprendizajes.

“Johana nos eligió a nosotros, no nosotros a ella. Nosotros no llamamos a los capaces, sino capacitamos a los llamados. Aquellos chicos que llegaron con el entusiasmo de hacerlo fueron aceptados y nosotros les dimos la capacitación, pues no creo que estudiantes de estos niveles tengan el conocimiento basto para el diseño de un brazo robótico”.

La Universidad Panamericana (UP) también fue parte del proyecto, al igual que el ayuntamiento de Guanajuato, que prestó a los alumnos un Maker Lab con todas las herramientas necesarias.

“Una prótesis desde cero sí representan gastos fuertes; calculo que entre 60, 70 mil pesos. Si se nos da la oportunidad, estamos dispuestos a seguir trabajando en este tipo de casos”, mencionó el profesor.

“Johana nos eligió a nosotros, no nosotros a ella. Nosotros no llamamos a los capaces, sino capacitamos a los llamados”
Gerardo Pérez, profesor de robótica

“Primero fuimos a León, que fue donde conocimos a Johana y al equipo con el que trabajamos. Prácticamente Johana construyó su brazo, nosotros sólo hicimos el trabajo”
Juan Pablo, estudiante creador

Avance

La pequeña, quien apenas cursa la primaria a sus 11 años de edad, contó cómo esta prótesis la ha beneficiado, al permitirle hacer movimientos básicos, tales como tomar cosas de mayor dimensión con la mano

da/i