INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Virulo

¡El próximo fin de semana, Virulo, el gran artista cubano, estará en Guadalajara! Hace mucho tiempo que no lo vemos por aquí porque el éxito lo ha llevado por varias ciudades hispanoparlantes, incluyendo la de México, donde tiene su residencia más formal, aunque poco esté con nosotros, pues solicitudes no le faltan para andar del “tingo al tango”.

Precisamente fue a finales de los años ochenta cuando Virulo estableció su residencia en México; sin embargo, durante la pandemia de Covid prácticamente se encerró tres años en Cuba.

Destaca la alianza ocasional a partir de 2005, más o menos, con otro personaje de inmensa valía del humor musical: Ernesto Acher, estrella que fue de aquel grupo de argentinos, también sensacionales, que se hicieron llamar Les Luthiers.

Nuestro querido Virulo ahora encontró un hueco en su agenda para venir y aquí lo tendremos con un repertorio aparentemente renovado, aunque puedo estar seguro de que lo obligaremos a que interprete de nueva cuenta algunos de sus mayores éxitos de antaño.

El hombre no es tan joven, pues nació en 1955: tiene 13 menos que yo… y no ha tenido una vida fácil. Independientemente de su grande y elegante humor, que por cierto enmarca un fuerte contenido social, él mismo vive de acuerdo con un recio compromiso a favor de la equidad.

En los años noventa, cuando venía más a menudo atraído por la secuencia de dos instituciones amantes de la buena música popular y, sobre todo, con un poderoso contenido latinoamericanista, fue también la época en que un puñado de jaliscienses nos debatíamos para sacar de la tumba a El Colegio de Jalisco y hacer de él una institución de prestigio y útil a la sociedad…

Teníamos claro que no era solamente quehacer del aula y del cubículo, sino también de relación con el entorno. Debo pregonarlo a los cuatro vientos, el señor Alejandro García Villalón, mejor conocido y muy querido como Virulo, aportó siempre con inmensa generosidad un carro entero de arena para coadyuvar a que la gente que se hacía presente se encariñara con El Colegio.

La dicha institución debería mostrarle la enorme gratitud que le debe…

No puedo imaginarme a Virulo estudiando en una universidad tecnológica en La Habana, pero así fue; en cambio lo ubico perfectamente dentro del valiosísimo contingente que forjó la llamada Nueva Trova cubana en la cual se convirtió en el verdadero capitán de la facción humorista de dicha corriente.

Ahí está su grandeza artística precisamente: un humor contagioso, sencillo y fino, que fascina a cuantos lo escuchan.

No sé ni cuántas actuaciones tendrá ni dónde, pero al menos averigüé que estará en la Sala Torres Bodet el próximo 25 de marzo a las siete de la noche y ya me agencié las entradas. Se trata de un local muy conveniente que se aprovecha poco y artistas como Virulo están que ni mandados a hacer. Ojalá que el sábado de marras constituya también un renacer de dicho auditorio.

Aprovecharé, claro, para adquirir los discos con que tales artistas “acompletan el chivo”. Confieso que tengo varios de él, pero seguramente lo nuevo que nos trae estará grabado.

Ojalá quienes no han tenido la oportunidad de conocerlo lo aprovechen, pero estoy seguro de que el promedio de edad de los asistentes no será bajo, pues Virulo padeció un doloroso alejamiento de nosotros durante bastante tiempo, por obra y gracia de su fama e indiscutible calidad.

[email protected]

jl/I