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Pánicos y corridas

En las últimas dos semanas han ocurrido múltiples problemas en la banca internacional. Así quebraron Silicon Valley (SVB) y Signature (SB), First Republic tuvo que ser rescatado, Credit Suisse Bank fue comprado y la perspectiva de UBS fue degradada a negativa. La situación se complicó de tal manera que los gobiernos de Estados Unidos y Suiza tuvieron que intervenir.

Esta situación ha generado “pánicos” y “corridas” a nivel global. El pánico describe una situación donde los ahorradores bancarios pierden la confianza en su banco. Los pánicos suelen reflejarse en “corridas bancarias”, es decir, retiros masivos de depósitos y, por tanto, en problemas de liquidez. La falta de liquidez en casos extremos puede generar problemas de solvencia bancaria.  

¿Por qué se dieron estos pánicos y corridas? Porque los depositantes creyeron que los bancos serían incapaces de cumplir sus obligaciones dadas las condiciones económicas y financieras prevalecientes a nivel global. Entre estas condiciones destacan: las crecientes tasas de interés de referencia, la alta inflación y las bajas expectativas de crecimiento económico.

¿Debemos estar atentos a los pánicos? Sí, porque los pánicos son contagiosos y pueden amenazar la estabilidad de los sistemas bancarios. Esta situación explica por qué, la semana pasada, los gobiernos estadounidense y suizo crearon mecanismos de apoyo a los ahorradores. Se estima que la quiebra de SVB es la segunda mayor quiebra en la historia de Estados Unidos

¿Qué tan expuesta esta la banca mexicana ante los pánicos y corridas? No mucho. La primera razón es porque los bancos estadounidenses que quebraron no trabajan en México. De hecho, los mencionados bancos fueron regionales y, por tanto, sujetos a regulaciones poco estrictas. Además, cabe señalar que la regulación mexicana es más estricta que las regulaciones de muchos países.

Los bajos riesgos de los bancos mexicanos también se explican por sus políticas de inversión. SVB invertía en el financiamiento de startups tecnológicas y fintechs, y SB invertía en criptomonedas. En este contexto debe señalarse que los bancos mexicanos no invierten en este tipo de activos por su alto nivel de riesgo, incluso tienen prohibido comerciar con criptoactivos.   

En México, además, los ahorradores bancarios disponen del seguro del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB). El seguro IPAB garantiza los depósitos de los ahorradores bancarios de manera gratuita y segura hasta el equivalente de 400 mil unidades de inversión (UDIS), es decir, por aproximadamente 3.1 millones de pesos por persona física o moral y por banco.

En mi opinión, es muy bajo el riesgo de que haya pánicos y corridas en la banca mexicana. La lección que brindan las últimas semanas es que la fortaleza de los intermediarios se sustenta en la confianza.

En este contexto, la reciente disposición de la Secretaría de la Hacienda y Crédito Público (SHCP) a las dependencias y entidades federales de “cancelar todas las cuentas bancarias que tengan autorizadas por la Tesorería de la Federación” (DOF, 15-02-2023), sin duda, constituye un craso error de política económica y financiera.   

*Economista e investigador de la Universidad de Guadalajara

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