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Prisas legislativas

El tiempo electoral los alcanzó; lo que no querían que pasara, pasó, y lo que se advertía que debían cuidar, no lo hicieron. Las precampañas están a la vuelta de la esquina y con ellas, la politización de todos los temas.

El pensamiento de los diputados locales y quizás otros funcionarios de gobierno que tienen aspiraciones políticas ya no está en temas de sus actuales funciones y responsabilidades, sino que dieron un giro porque les preocupa más planear cómo materializar sus aspiraciones políticas.

Muy pocos se preocuparon por dejar sus pendientes listos antes de una posible petición de licencia al cargo para poder competir en las contiendas internas de sus partidos, y los temas de la congeladora seguramente ahí se quedarán, sin posibilidad de sacarlos.

Ahora las prisas legislativas están en muchos temas, y uno que podría meterlos en apuros es la reingeniería administrativa.

Los tiempos están apretados para poderlo aprobar antes de que algunos legisladores se vayan a sus precampañas y ya no regresen, esto provocaría que los acuerdos cambien.

Este tema se ha retrasado por culpa de los propios legisladores; en lo que va del año no han podido generar acuerdos y apenas ayer se entregó la propuesta formal.

Hay que ver si hay esa voluntad política que se pide para poder avanzar en este tema y aceptar las sugerencias que hizo la secretaría general; si no la hay, con seguridad este tema quedaría en la congeladora.

La propuesta consiste en la reducción de nombramientos para homologar las tareas que realizan con el sueldo que perciben, pero lo más importante es conocer y saber si quieren reducir la nómina.

Este tema es uno en el que no hay consensos debido a que las últimas propuestas de reducción no llegan ni a los 50 puestos en cuanto a retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas. Aquí la fórmula debe incluir cambios en el total de supernumerarios que se contrata por sala de diputados, fracción parlamentaria y órganos técnicos, lo cual suena difícil de que se materialice porque es la ventana que tienen para meter a su personal de confianza, sus amigos o sus compromisos políticos.

En este punto es donde se espera que haya un avance y donde existe el temor de que las prisas legislativas impidan una discusión a fondo y la búsqueda de consensos.

Los que padecen cada tres años los sinsabores de los diputados es el personal de base, que ha escuchado los mismos pronunciamientos, las mismas promesas y la nula eficacia, y lo que más les preocupa es que la tijera se dirija hacia ellos cuando también debería estar en el personal eventual.

Una muestra de que los tiempos electorales los alcanzaron, y que las agendas de los diputados locales tienen prioridad en temas personales o de partido es que la sesión de este martes se tuvo que convocar por la tarde debido a que la agenda de algunos integrantes no les permitía acudir más temprano. Aun así, de los 38 legisladores solamente estuvieron presentes 32.

Otro punto en contra es el fin de año que también impide llegar a acuerdos porque todo se pospone hasta el siguiente año, pero esperemos que en este caso debido a que en un mes están por arrancar las precampañas los acuerdos se den con mayor prontitud.

Aunque podemos dudarlo porque las prioridades que tienen son otras: como los nombramientos de magistrados, que actualmente son ocho los cargos que buscarán cubrir tanto del Supremo Tribunal de Justicia como del Tribunal de Justicia Administrativa, y ahí también hay que llegar a acuerdos.

Lo más importante es cuántos le tocan a cada fracción parlamentaria y si sus interesados logran pasar las evaluaciones.

A la actual legislatura aún le falta un año de trabajo y parece que están en sus últimos meses por la poca asistencia que hay al edificio legislativo y los pocos temas trascendentes que quieren manejar.

La agenda parece que la quieren cerrar y quizás sean los suplentes los que propongan nuevos temas que podrían sorprender si quieren dejar huella.

La elección de 2024 será una de las más competidas en el estado y ese fervor político se siente en el palacio legislativo.

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jl/I