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El barril sin ‘fondo Covid’

En tiempos de tentaciones autoritarias, el periodismo es un oasis democrático. O como decía Tomás Eloy Martínez: “El último refugio de los sensatos”. 

El fondo Covid nació como una estrategia financiera del gobierno de Jalisco para reaccionar ante la pandemia en nuestro estado. Como el presupuesto ya estaba ejecutándose, Enrique Alfaro eligió una carambola administrativa de tres bandas para hacerse de más recursos. 

Pidió un préstamo para financiar obras (porque por ley no se puede solicitar un empréstito para gasto común). Luego mandó el dinero que estaba presupuestado en los proyectos constructivos del estado y lo redirigió al fondo Covid. Entonces las obras programadas se pagaron con lo solicitado a los bancos. 

El Congreso de Jalisco aprobó los cambios en el presupuesto y creó la partida 4418, a la que se le asignaron 3 mil 520 millones de pesos extras para diversas dependencias estatales. 

La iniciativa enviada por Alfaro tenía el objeto de “diagnosticar y atender la pandemia de Covid-19, así como para implementar diversos programas que permitan restituir el ingreso de las y los jaliscienses más afectados por las restricciones de movilidad y actividades económicas”. 

Como ya es una tradición, esa bolsa careció de reglas claras y la gran mayoría de los recursos fueron por asignaciones directas y no por licitación. Con la primera ola de contagios encima, el fondo fue usado en la práctica como una caja chica (ni tan pequeña, la verdad) para atender la emergencia y para el gasto corriente de las oficinas oficiales como en consumos en bares, cafés, restaurantes, compras de papelería o equipos de cómputo. Y muchas más barbaridades. 

Acto seguido, la autoridad estatal habilitó un apartado de transparencia focalizada en el portal coronavirus.jalisco.gob.mx. Una obligación, ninguna gracia. En la introducción de ese sitio dice que tiene “la finalidad de transparentar y hacer accesible a la ciudadanía información específica y de interés público sobre las acciones que el gobierno del estado de Jalisco ha realizado para atender la contingencia sanitaria por Covid-19, se creó este apartado que concentra información y documentos que serán actualizados constantemente para tu consulta”. 

De acuerdo, a consultarlo. Periodistas hicieron su magia: revisar contratos, bases de datos, verificar y revelar. 

Tras la publicación se preguntarán cuál fue la primera reacción de Alfaro. Así es, se enojó. Predeciblemente contestó con ceño fruncido: “Yo no contesto cosas que son mentiras, ya les dije… esa es la realidad. Yo no contesto inventos”. Advirtió que no hablará del tema en la rueda de prensa que sostendrá hoy. “Hablamos de cualquier otro tema que traigan, siempre que sean temas, temas, no inventos, nada más”. No se apuren, de todos modos le preguntaremos. 

Entrada la tarde del lunes, el gobierno de Jalisco emitió un comunicado justificando los gastos realizados en bares, restaurantes y cafés, con lo que reconoció la existencia de algo que Alfaro había calificado como “inventos” unas horas antes. 

El boletín acredita apenas los gastos en el bar Hudson y la compra de tarjetas PVC pero omitió “aclarar” información sobre otras facturas señaladas en la nota. Tampoco dice nada del pago de pruebas Covid de dos funcionarios en laboratorios privados. 

El sondeo a la información oficial nos ha dado material suficiente para cuatro entregas. En la pieza de hoy se muestra que el fondo Covid fracciona y adjudica sus compras, haciendo algunas adquisiciones a sobreprecio. 

El periodismo profesional y ético es un bastión contra las tentaciones autoritarias, decía al principio. Aunque se moleste Alfaro, intentaremos ser los últimos “sensatos”. 

@cabanillas75

jl/I