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Muerte cruzada

Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza, mejor conocido como Guillermo Lasso, es el presidente de la República de Ecuador a partir de 2021 (apenas está por cumplir su segundo año en el cargo). Político de ascendencia empresarial, previamente había perdido la elección presidencial en 2013 y 2017 (la tercera es la vencida). En 2021 por fin ganó —aunque en segunda vuelta— con 52.4 por ciento de los votos. Actualmente el político de 67 años es considerado, en el espectro político, como de derecha (conservador)… y muy impopular entre los ecuatorianos.

La Asamblea Nacional tiene la atribución de declarar la incapacidad física o mental “inhabilitante” para ejercer el cargo de Presidente de la República y cesarlo de sus funciones (recordemos que Abdalá El Loco Bucaram fue destituido en 1997), también tiene la capacidad de enjuiciar políticamente al presidente por al menos dos terceras partes de sus miembros y el delito podría ser “concusión, cohecho, peculado o enriquecimiento ilícito”.

El presidente Lasso es acusado por la oposición (liderados por el ex presidente Rafael Correa) de presunta corrupción en contratos de transporte de petróleo (por contrato con el grupo internacional Amazonas Tanker, que no firmó él sino su antecesor Lenin Moreno, que dejó pérdidas por más de 6 millones de dólares) y fue amenazado por la Asamblea Nacional de destituirlo. Antes que eso pudiera ocurrir, Lasso se adelantó y decretó la disolución del parlamento.

Antes de ser disuelta, la Asamblea estaba compuesta por 137 escaños (ninguno tiene mayoría absoluta): el mayor es la coalición Unión por la Esperanza (49), alianza Pachakutik-Minka por la Vida (27), el Partido Social Cristiano (18), Izquierda Democrática (18), Movimiento CREO (12) y el resto (13).

Al hacer cálculos de la oposición y saber de su inminente destitución, Lasso recurrió a la figura de “muerte cruzada”, una especie de moción de censura, o un suicidio artificioso, donde se disuelve el Congreso, pero también la Presidencia, aunque puede volver a competir en seis meses. Este recurso se puede aplicar sólo una vez dentro de los tres primeros años del periodo. Nunca se había aplicado, Lasso es el primer presidente en hacerlo a través de un decreto.

El artículo 148 de Constitución establece que el presidente podrá recurrir a la figura de muerte cruzada por “grave crisis política y conmoción interna”. Luego de esto deberá convocar a elecciones, tanto legislativas como presidenciales, en los próximos seis meses. Durante este tiempo el primer mandatario podrá “expedir decretos-leyes de urgencia económica”.

A diferencia de Perú, donde la errática Presidencia de Pedro Castillo intentó disolver el Congreso (que intentaba destituirlo por “permanente incapacidad moral”), pero por esta misma acción fue depuesto al considerar que era un “autogolpe” y ahora está en la cárcel por presunto delito de rebelión. Lo malo es que originará en Ecuador (como en Perú) una serie de protestas callejeras que, en un país convulsionado por el crimen organizado y la violencia inaudita, la decisión de Lasso será como echar combustible al fuego.

El presidente de México, López Obrador, tras la destitución del mandatario de Perú, respaldó a Castillo y se niega a reconocer a la presidente Dina Boluarte y entregarle la Presidencia de la Alianza del Pacífico, pues considera que es “usurpadora”. Con relación a Ecuador, AMLO dijo desconocer a fondo el problema y tan solo se pronunció por que no haya “violencia política”.

Veremos cómo el presidente Lasso sortea la crisis política y cómo le va en las próximas elecciones. No la tiene fácil porque la oposición ve la oportunidad perfecta para deshacerse de él.

Twitter: @ismaelortizbarb

jl/I