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Alfaro y su mesa mágica

Ayer, en su cuenta en Twitter el gobernador Enrique Alfaro escribió: “Conocemos perfectamente la realidad en la que estamos parados y, justo por eso, quiero compartirles que hoy por la mañana, en la mesa del Consejo Estatal de Seguridad, corroboramos que vamos por el buen camino”.

Nadie en su buen juicio y con honestidad puede desmentir al gobernador, porque desde la mesa donde él y sus colaboradores observan la realidad del estado todo lo ven color de rosa y, sin duda, para ellos “vamos por el buen camino”. Pero ésa es la realidad de quien todo lo observa encerrado en una oficina, entre cuatro paredes, y que gobierna a través de redes sociales y se comunica con sus gobernados a través de Facebook y Twitter.

Sólo quien está parado en un escenario surrealista como Alicia en el país de las maravillas puede atreverse a decir que en seguridad pública “vamos por el buen camino”, cuando le da pánico recorrer las calles de la zona metropolitana para no ver el color rojo con que se tiñen todos los días; por temor a enfrentarse a la cruel realidad que viven los jaliscienses, víctimas de la delincuencia que ya demostró que no solamente “se matan entre ellos”; cuando cierra los ojos a la aparición de cientos de bolsas con restos humanos en su interior o cuerpos completos embolsados o encobijados tirados en las calles; cuando desestima el asesinato de los comisarios de seguridad pública o de sus propios funcionarios que no le merecen ni el pésame a sus familiares; cuando se ciega para reconocer que cada 24 horas en Jalisco desaparecen siete personas; cuando se resiste a aceptar que el estado que gobierna se encuentra en los primeros lugares con el mayor número de homicidios; cuando… en fin, rechaza ver una realidad que vemos quienes aquí vivimos todos los días.

Sí, quizás el “vamos por el buen camino” lo puede decir quien ve su realidad cuando no está en su oficina de Casa Jalisco, desde la butaca de un estadio, ya sea viendo jugar a los Lakers de Los Ángeles, a las Chivas de Guadalajara, a los Charros de Jalisco y a equipos de futbol amateur como los de Tlajomulco, o quien prefiere ser fotografiado con deportistas como Andy Ruiz, campeón de boxeo de peso completo, o con cumpleañeros como el empresario Enrique Michel o el cuestionado dirigente de la CATEM, Pedro Haces, pero no con familiares de desaparecidos, con mujeres violentadas o con wixárikas que le reclaman cumpla su palabra empeñada.

No hay duda que desde la mesa del Consejo Estatal de Seguridad se ve otra realidad, y bien lo dijo el gobernador Alfaro: es la realidad en la que están parados nuestros gobernantes y sus ineficaces e ineficientes colaboradores, pero no es la realidad del ciudadano común que transita por las calles de la zona metropolitana y del resto del estado, que atiende en su negocio, que habita en su casa o que acude a un restaurante, con miedo no sólo de ser víctima de un asalto o robo sino hasta de que le quiten la vida por resistirse a entregar sus pertenencias.

La realidad del gobernador Enrique Alfaro y de quienes se sientan alrededor de esa mesa no es la realidad que vemos de manera común en los videos que se comparten en las redes sociales y que dan testimonio de la libertad e impunidad con que actúa la delincuencia organizada y no organizada que han rebasado ya a nuestras autoridades.

La visión desde una mesa permite presumir una retórica optimista del “se hicieron importantes detenciones”, “desarticulación de bandas organizadas”, sin obligación de demostrar cuántas y quiénes son, y hasta de asegurar que “pasaron de estar en nuestras calles (…) a la cárcel”, cuando no han sido sometidos a juicio ni declarados culpables.

Sin duda que desde una mesa, todos podemos afirmar que “vamos por el camino correcto”. ¡Qué bonita realidad!

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I