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China, ¿liderazgo prometedor frente al clima?

La semana pasada el presidente chino, Xi Jinping, declaró ante la Asamblea General de la ONU que China adelantaría su pico de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera antes de su meta de 2030 y alcanzaría la neutralidad en emisiones antes de 2060. 

Esta importante declaración tiene una lectura geopolítica positiva porque representa un movimiento de liderazgo de la segunda economía del mundo y principal aportadora de emisiones para resolver el reto global del cambio climático, y además en un momento en el que la primera economía del mundo, liderada por Donald Trump, ha renunciado a esta responsabilidad. 

Hay otra lectura de cautela porque cumplir esa promesa implica cambios agresivos en la política energética de China y la historia del cambio climático en el mundo demuestra que las declaraciones de los líderes no han conseguido dar el paso de las relaciones públicas a acciones con impactos significativos. 

Esta reflexión me empujo a revisar las columnas que he escrito sobre este tema y me pareció interesante compartir cuatro de ellas en distintos momentos de los más de seis años que llevo escribiendo mi opinión primero en Crónica y luego en El Diario NTR. 

Curiosamente inauguré mi espacio como columnista el 14 de mayo de 2014 con un texto titulado “Cambio climático, el mañana se convirtió en hoy”. En ella reporté que esa semana la Casa Blanca, en una acción que parecía cambiar la dirección de la posición tradicional del gobierno en EUA, publicó un reporte en el que informó a la población de que el cambio climático no sólo es real, sino que sus efectos ya estaban comenzando a manifestarse y había que empezar a tomar medidas para prepararse para ellos. A los republicanos se les empezaban a acabar los argumentos para oponerse, porque el costo económico para el sector petrolero y energético para tomar medidas para reducir emisiones no se comparaba con el costo económico de hacer frente a las consecuencias del cambio climático. 

Al año siguiente, el 16 de diciembre de 2015 escribí una columna titulada “Acuerdo de París, pequeño gran paso por el clima”. En ella celebré que por fin había una estrategia consensuada gracias a un cambio de paradigma en la forma de negociar lo que le toca hacer a cada país. En vez de tratar de imponer una fórmula igual para todos, se creó el concepto de las “contribuciones nacionales determinadas”, que implicaba que cada país va a crear su propio plan realista y este se revisaría cada cinco años para ir incrementando el nivel de ambición de los objetivos. También advertí que la dificultad sería transformar los compromisos en acciones porque no existían mecanismos de penalización y que aún con las metas acordadas la temperatura global media del planeta crecería 3.5 grados desde el punto de referencia estándar. 

El 17 de octubre de 2018 escribí “Cambio climático: el infierno de +2°C”. Se acababa de publicar un reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en el que se hacía un recuento del impacto que ya estaba teniendo el que el mundo estuviera un grado por arriba del punto de referencia y anticipaba los daños que vendrían de un aumento de entre 1.5 y 2 grados. 

La última que quiero compartir la escribí el año pasado, el 11 de noviembre, con el título “Un llamado global a la adaptación”. Bill Gates y Ban Ki-moon acababan de lanzar la Comisión Global para la Adaptación, un organismo para coordinar acciones de respuesta a las consecuencias al cambio climático. Cité también el libro recién publicado The Uninhabitable Earth (La Tierra inhabitable) de David Wallace-Wells en el que el autor hace un recuento de las consecuencias que ya nos esperan en las próximas décadas con distintos escenarios, dependiendo de cuánto más aumente la temperatura del planeta. 

Nada como mirar atrás para tener claridad de lo que está pasando. Me viene a la mente una reflexión que leí en algún lado: “Cuando las futuras generaciones estudien este periodo en la historia se preguntarán, ¿por qué si sabían lo que estaba pasando no hicieron nada para detenerlo?”. 

Twitter: @ortegarance

jl/I